Cuarenta y nueve

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Había pasado aproximadamente media hora desde que descubrieron la ciudad y se adentraron a uno de los alrededores del muro en el que habían tantas personas que les resultaba asfixiante, Newt tomaba la mano de ____ con el objetivo de tenerla cerca y de que nadie se atreviese a si quiera mirarla más de la cuenta, bien sabía que la chica podía cuidarse sola, pero aquello no evitaba que este se preocupase y aunque no lo admitiera, también ponerse celoso de las miradas que la chica robaba, aunque esta se encontrase en la misma situación del chico, demasiadas personas y el temor palpable de separarse tanto del chico como del grupo, además de las miradas que provocaba el más alto.

—¡Somos la voz de los que no tienen voz! —aquella voz hizo que detuvieran su caminar y mirarán hacia atrás—. ¡Se ocultan detrás de esos muros, piensan que pueden reservarse la cura! —se hicieron a un lado del camino con tal de dejar pasar al auto que llevaba consigo a personas armadas y a la persona quien comenzaba a hacer revuelo—. ¡Mientras nos ven marchitarnos y pudrirnos, pero saben qué, nosotros no seremos más de ellos y yo digo que nos levantemos y recuperemos lo que nos pertenece! —cada vez la gente gritaba más a favor de lo que decía, lo que ninguno de los chicos había notado es que aquello con lo que Cruel les identificaba se encontraba brillando y los drones en el cielo detectaron a los mellizos que eran los más buscados. Thomas junto a los demás siguieron a la gente junto con el auto, el revuelo había comenzado y seguía avanzando.

—¡Por allá, podemos entrar por ahí! —Thomas gritó entre las voces de las personas para que los demás le escucharan y le siguieran.

—No me sueltes —Newt miró de reojo a la castaña quien asintió afirmando más el agarre entre sus manos, sobre todo porque aquel sentimiento amargo en la boca del estómago seguía sin irse.

The Maze Runner || Newt ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora