Capítulo VI - Robin

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Hizo un último esfuerzo por volver a abrir lentamente sus pesados ojos, y entonces se dio cuenta. Hasta hace unos momentos había perdido toda voluntad de luchar, pero en aquel instante ínfimo luchó por mantener viva la chispa de vida que se estaba extinguiendo. Fue entonces cuando ésta se reavivó más que nunca.

-Esta sensación... me recuerda... ¡Pero claro! -Sus ojos se abrieron de par en par, y pudo ver todo con claridad a pesar de su vista nublada. -¡Finis spem! -Exclamó mientras se reincorporaba.

Aquel tétrico escenario se cubrió de segmentos blancos que entrecruzaron en un sonido cristalizado dividiendo todo lo que estaba a la vista para finalmente estallar en pedazos y desvanecerse en el aire, dando lugar al escenario real. Todo era exactamente igual, con la diferencia de que Robin y Miller yacían de pie enfrentados, ilesos, sin rastro alguno de combate.

-¡No! ¡Mi ilusión! ¡Maldito! ¿Cómo lo has descubierto? -Exclamó Miller en sumido en desesperación.

-Tengo que reconocer que ha sido difícil, y por poco lo logré. Era un encantamiento de ilusión óptica de tiempo y espacio, y sólo magos realmente poderosos pueden lograr una ilusión perfecta como esa. Lástima para ti que ya la he visto antes, sólo así se la puede reconocer.

-¡A ver como te escapas de ésta! - Gritó con furia en un idioma desconocido e invocó una lanza de acero negro que emanaba un aura oscura llena de almas, al igual que en su ilusión. -¡Ésta vez morirás en serio, mocoso! -Se abalanzó volando a toda velocidad hacia Robin con el arma en mano.

-¡No funcionará dos veces! - Abrió su mano izquierda y sobre su palma se materializó un libro rojo como el fuego con llamas doradas en su portada. -¡Murus flammae!

Delante de Robin surgió un círculo mágico repleto de jeroglíficos que refulgían en incandescentes tonos cálidos, y sobre éste se elevó imponente un muro de llamas ardientes que detuvieron el avance de su rival. Miller canalizó su creciente ira invocando una mano negra y cadavérica que se extendió desde las profundidades del Inframundo y ahogó las llamas en un estrépito seco contra el suelo. Luego se extendió aún más y se dirigió directo hacia Robin con el objetivo de envolverlo en aquellas articulaciones retorcidas y moribundas, pero éste logró pensar a tiempo y se elevó en el aire con un impulso en llamas. El libro que tenía en mano cambió a uno de portada ámbar con un trueno dorado en su portada. Permanecía en el aire mientras veía aquella invocación oscura aproximándose.

-¡Tronus Magia: Deus Lancea! - Gritó al tiempo que extendía su brazo izquierdo con su mano abierta.

En el aire se escribió un círculo mágico similar al anterior en un resplandeciente color amarillo del que se dispararon proyectiles de rayos en forma de lanza directo hacia la mano que controlaba Miller. Sin embargo, éstos no surtieron ningún efecto, y la amenaza se cernía cada vez más cerca.

-¿No le han hecho ningún daño?

-¡No tienes escapatoria, muchacho! -Rió Miller. Sus ojos reflejaban ansiedad y desesperación por eliminar a su oponente.

Robin realizó otro conjuro con aquel libro creando rayos que se extendieron hacia la mano cadavérica y se envolvieron sobre ella. El conjuro tenía longitud suficiente como para que Robin lo tomara del extremo y se balanceara por debajo del alcance de sus dedos. Se impulsó rápidamente y dio una vuelta para aterrizar sobre el dorso de la mano.

-Serás... -Murmuró Miller, irascible.

-No lo he intentado antes, pero no tengo alternativa. -Abrió su mano y el libro se desvaneció. Casi en aquel mismo instante, surgió otro de una portada tan clara y azul como el mar cubierta de rompientes olas doradas.

-¡Aqua pressio: segmentum!

Una potente corriente semicircular de agua a alta presión se abalanzó desde su círculo mágico, cortando por la muñeca la mano que había invocado Miller. Ésta pareció perder así su vida y comenzó a caer al suelo. Robin comenzó a preparar otro disparo apuntando hacia su adversario, pero la falta de práctica le hizo perder el control y ésta vez invocó un hechizo mucho más grande y potente que no dio tiempo a Miller para reaccionar, cortando en dos su cuerpo. El hechizo de agua siguió su curso cortando algunos muros a la distancia hasta que desapareció en el aire.

-¿Qué ha...? -Robin se apresuró a acercarse al moribundo cuerpo de Miller.

-Esto es...sólo...el...comienzo...-Sus ojos se tornaron blancos y perdieron su brillo al pronunciar esas últimas palabras.

Hubo unos instantes de silencio.

-Tal vez quiera impresionar a todos...pero más quiero salvarlos. -Se dio media vuelta y se marchó en busca de la salida de aquel nefasto mundo.

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⏰ Última actualización: Mar 05, 2017 ⏰

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