-¿Qué? -dije estúpidamente. - ¿De qué hablas?
-Eres virgen. -dijo entre risas.
-Oh vamos James, dime si eso es algo malo.
-Claro que lo es. Con 16 años aun eres virgen. -río.
-Primero, no es malo y segundo no soy virgen.
-Si claro _____, yo tampoco lo soy. -dijo sarcástico. - ¿Crees que me creeré esa?
-James, haz lo que se te de la merecida gana. -me metí un pedazo de pollo a la boca para no gritarle. - Y no metas en mi vida. - agregué luego de tragar.
-Como digas. -carcajeó. - Pero si necesitas quitarte esa molestia puedes venir a mi habitación.
- ¡Depravado! -grité antes de tirarle la canasta de pan por la cabeza. - ¡Eres un cerdo! - me levanté de la mesa.
- ¡Que exagerada! -dijo molesto mientras levantaba el pan. - Solo te estaba proponiendo algo. -agregó ahora entre risas.
- ¿Sabes qué? -dije de mala gana. - Vete a la mierda. -grité cerca de su cara. - Te odio. - y salí corriendo escaleras arriba. Tras mis pasos venía él.
- ¿Me odias en serio? -gritó cuando detuvo la puerta que yo había intentado azotar.
-Si, te odio más que a nadie ni a nada en el mundo.
-Odiar es un sentimiento muy feo. -dijo en un cantito mientras cerraba la puerta.
- ¡Muérete!
-No, no tengo ganas. -respondió riendo. - Estaba pensando que tal vez...-decía mientras se acercaba a mí.
-Te vas alejando si no quieres guerra Maslow.
-Oh, vamos ______, ven aquí. -dijo pegándome a él.
-Me sueltas o sufres las consecuencias. -dije amenazante. El solo río. Levanté mi rodilla y golpeé su parte más sensible, me soltó para agarrarse la zona golpeada. - Yo te lo advertí. -me alejé de él y me encerré en el baño.
-Ya ______, sal de ahí en este instante.
-No.
-Dije ya. -gritó desde el otro lado de la puerta.
-Yo dije no. -grité sentándome en el suelo, contra la puerta.
-______ quiero que abras esa puerta si no quieres que la tire abajo y no me importara que estés ahí, te juro que la tiro.
- ¡Oh que miedo! -dije sarcástica.
- ¡SAL DE EL PUTO BAÑO! -gritó histéricamente mientras golpeaba la puerta bien duro.
-Que mal educado eres. -dije burlona.
-No te conviene hacerte la loquita. -dijo con furia en sus palabras. - Quiero que salgas.
- ¿Qué pasara si no salgo? -dije en un cantito.
-Ya no juegues. -dijo de mala gana. Sentí como se apoyó en la puerta. - Quiero que salgas. No te haré nada, pero solo sal de ahí.
-No.
- ¡POR FAVOR! -gritó con desesperación.
-Salgo de aquí si tu sal de mi habitación.
-No, sal de ahí y hablaremos.
-No. Sal de mi habitación y cuando se te pase el enojo hablaremos. -dije firmemente. Dio una patada a la puerta. Luego de eso sentí que azotó la puerta de mi habitación y no más ruidos. Supuse que se había ido.
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LA BELLA Y LA BESTIA (JAMES MASLOW Y TU)
RomanceQue feo es cuando la persona que mas amas es la persona más fría del mundo. Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tu seas la pobre e indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con...