Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes)

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Me levanté por un dolor de cuello. Miré mi alrededor y vi que me quedé dormida en el sillón de la sala y peor, estaba sola. Todos los chicos se fueron a su pieza y me dejaron. Miré la hora de mi celular y marcaba las 9:30. Hice el desayuno que consistía en jugo de naranja con waffles para los chicos y para mí; desayuné sola y fui al baño, hice mis necesidades y lavé mi cara y mis dientes. Me puse una remera y un short deportivo junto con mi champion que había traído y salí a correr. Hoy no escucharía música, ya que dejé mi celular cargando porque anoche no lo hice.

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Perdida. Esa es la palabra que definiría mi estado ahora. No se dónde estoy y no recuerdo la calle de la casa de los chicos. Vi una pequeña cafetería, entré y me senté en una mesa.

–Hola, ¿desea ordenar algo?– me preguntó un chico muy apuesto, para que mentir.

–Eh no gracias– le sonreí y se me prendió la luz de mi cerebro, podía pedirle su celular prestado para llamar a alguno de los chicos.

–Esta bien– me devolvió la sonrisa y se dio la vuelta para irse pero lo llamé.

–¡Espera!– dio vuelva en su lugar y se volvió a acercar a mí– ¿me prestas tu celular?– pregunté con mi mejor sonrisa– no trage el mío y estoy perdida.

–Claro– me pasó el celular llamé a Shawn, su número es el único que me se y no me digan acosadora o rara eh.

Marqué el número de Shawy y lo llamé.

–Hola, ¿quién habla?– preguntó Shawn atendiendome la llamada.

–Shawn– le dije desesperada– salí a caminar y me perdí.

–¡Juliana Dominguez!– gritó y aleje el celular de mi oido– ¡¿dónde estas?!– me preguntó enfurecido.

–Si te llamo a decirte que me perdí, es porque no sé dónde estoy– le respondí obvia.

–Ya se, pero el celular de dónde me estás llamando es de alguien, pregúntale a el dónde estás.

–Claro– apoyé el celular en mi hombro sin cortar la llamada– ¿dónde estamos?– le pregunté al chico.

–En "La cafeteria de la abuela"– me respondió– sobre la 723 street.

–Gracias– le susurré y volví a poner el celular en mi oido– en "la cafetería de la abuela" 723 street– le dije a Shawn.

–¡Ya se dónde es! Ya voy para allá no te muevas.

–Está bien– dije y colgó– gracias...– le pasé su celular e hice una seña para que me diga su nombre.

–Nick Allen un placer– estiró su mano.

–Juliana Dominguez– estreché su mano– gracias otra vez– agradecí.

–No fue nada– sonrió.

Luego de unos minutos de esperar y escuchamos que la puerta de la cafetería se abrió.

–¡Juliana que bueno que estás bien!– dijo Shawn rápidamente el llegar a mi lado– vamos– agarró mi mano y me levantó de la silla.

–Adiós– me despedí de Nick.

–Adiós y ¿me darías tu número?– sonrió.

–Claro– anoté mi número en una servilleta y le di– adios otra vez– reí.