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Narra Juliana

¿Cómo describiría nuestra última noche en la playa? Increíble. Hicimos una fogata entre todos, lastimosamente contando a Madison. Jugamos "verdad o reto", elegí reto y me tocó besar a la persona que me gusta, típico, y pues, besé a Shawn, ahora él y todos los chicos lo saben. Bueno volviendo a la noche anterior, aparte de haber jugado ese juego, comimos malvaviscos, tomamos un poco de cerveza, a quién engaño, tomaron mucho exepto Madison, Shawn y yo, Madison tuvo la excusa de que no le gustaba el tipo de cerveza que había, delicada, y como eramos haraganes y no teníamos ganas nadie fue a comprarle cerveza de su gusto y Shawn y yo, tomamos, pero con moderancia y también nos bañamos en el mar bajo la luz de la luna y las estrellas, muy romántico. Me levanté y vi a Shawn durmiendo plácidamente, lo dejé durmiendo y me fui a dar una ducha, me puse una blusa blanca y unos shorts y bajé. La cocina y la sala estaban desiertas. Miré la hora de mi celular, 12:17 del mediodía, «wow si que duermen estos chicos» pensé. Hice el almuerzo, spaguetti con salsa roja y blanca y también hice jugo. Agarré una sartén y una cuchara y subí las escaleras. Me paré en el medio del pasillo y empecé a golpear la sartén y a gritar.

–¡Arriba dormilones! ¡Levántense de una buena vez por todas! ¡Muevan sus hermosos culos de las camas imbéciles!– les grité en español.

–¿Que pasa?– salió Johnson adormilado de su pieza seguido de Gilinsky. Y luego empezaron a salir todos de sus piezas.

–¡Hice el almuerzo!– dije feliz– ¡baj...– y fui interrumpida por un grito de Matt:

–¡Comida!– y bajó corriendo las escaleres seguido de todos. Nos acomodamos en las sillas y empezamos a comer, pero no faltó un comentario de Madison.

–Iugh, ¿esto es supuestamente spaguetti con salsa roja?– habló la cerveza, perdón Madison.

Mejor cállate delicada, si no te gusta ve y hazte algo tu solale dije en español y todos se me quedaron mirando con cara de «wtf!».

–¿Que acabas de decir?– preguntó Aaron con una mueca.

–Que está muy linda– respondí con una sonrisa falsa.

–Gracias– chilló y pestañeo repetidamente– toda mi ropa me la compró mi Jackie de Gucci– presumió.

–¡Oh que bueno!– aplaudí– lástima que no te pregunté– puse una cara triste obviamente falsa.

–UUUUUHH– gritaron todos los chicos y ella abrió su boca indignada.

–Cállense– les ordenó a los chicos y se fue.

–Al fin en paz– junté mis manos y reí.

Comimos entre risas y gritos. La verdad, cualquier cosa con estos chicos es divertida, estoy muy feliz de que Shawn me los haya presentado.
Luego de terminar de almorzar lavamos lo que usamos y cada uno arregló y guardó su ropa. Terminamos todo eso y nos fuimos devuelta a LA.
En el camino me quedé dormida sobre el hombro de Shawn mientras el tocaba mi cabello.

–¡Llegamos!– gritó Cameron despertándome.

–¿A dónde llegamos?– pregunté adormilada.

–A nuestra casa bae– respondió Matt.

Bajamos nuestras cosas y entramos a la inmensa casa.

–Wow– ¡la casa en serio era inmensa! Tenía un aro de basquetbol en medio de la sala, desde la puerta se veía un patio enorme con ¡una pileta! Y la casa era de dos pisos, o eso creo.

–Juli, Juli, Juliana– Aaron chasqueó sus dedos en mi cara.

–Ehm, ¿qué?– pregunté confundida.

Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora