Capítulo 1 Conociéndonos.

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La joven señora Kim veía la mansión desde el taxi, dudando en entrar. Su mirada se paseaba en el enorme edificio, sintiéndose insegura de repente, aunque sabía que lo tendría que hacer para poder darle de comer a su pequeño hijo, Taehyung, quién pronto cumpliría un año de edad.

Su esposo, que era policía, había muerto en un asalto tratando de cumplir con su deber.

Una bala en la cabeza terminó de tajo con su joven vida, así como con los sueños que había albergado cuando, apenas dos años atrás, se había casado con su novia de siete años.

Después del sepelio y de la ceremonia luctuosa, la joven señora Kim se tuvo que sobreponer rápidamente, pues se daba cuenta de que, con la sola pensión de viudez, no iba a poder solventar todos los gastos de ella y de su pequeño hijo.

Se puso a buscar trabajo en las casas de la gente rica que veía anunciadas en el periódico. Todos solicitaban una mujer joven pero sin hijos, y aunque ella iba y se presentaba con todo su optimismo, siempre le negaban la oportunidad, nada más al ver al bebé que llevaba con ella.

Aunque era muy tierno, bonito y bien portado, la gente le negaba el empleo, pensando que con el niño ahí, tendrían mucho ruido, o bien, ella desatendería el trabajo, así que por más que buscaba, no lograba que nadie le diera empleo.

Una vecina bien intencionada le sugirió que lo llevara a una guardería, o bien lo encargara con otra señora durante las horas laborables, pero ella no quería ni escuchar hablar de eso.

Quería educar personalmente a su hijo, que Taehyung aprendiera de ella la forma de hablar, escuchar su primera palabra y presenciar sus primeros pasos y sabía que cuidándolo otra persona, el niño tomaría el aprendizaje de otra familia y se perdería de las cosas importantes de su bebé. Así que se negó a dejarlo.

Finalmente, un alma caritativa la recomendó en la casa de la familia Jung, donde se requería de una mucama o sirvienta.

El pago era poco, el trabajo mucho, pero lo más importante era que la aceptarían con todo y el bebé, además, le darían un cuarto para dormir ahí mismo con el niño, lo cual le ahorraría el pago de la renta y del transporte.

La razón por la cual la aceptaron en tales condiciones se llamaba Hoseok. El pequeño niño Jung, de tres años, era un chiquillo travieso y malicioso, que había conseguido que todas las muchachas que iban a trabajar con ellos, se fueran molestas y asustadas, jurando que jamás habían conocido a un niño más grosero y malvado que él.

Todos los que lo conocían acababan molestos con él, y sus padres no se ocupaban de educarlo ni corregirlo, pues pensaban que solo eran arranques de un niño pequeño que se modificarían con la edad.

Pero al final, resultó que se quedaron sin servicio, excepto por la nana Lim, y que necesitaban de alguna persona que se ocupara del aseo y la comida de la casa. La señora Jung rezaba porque la nueva sirvienta no se fuera, a pesar de los malos modos de su hijo, pensando que para satisfacer las necesidades de su bebé, forzosamente necesitaba del empleo.

─ Ten mucho cuidado con Hoseok, amiga. –Le decía la vecina que la recomendó. – Es un niño realmente grosero y mal educado, y ninguna sirvienta lo ha aguantado. Siempre termina con la paciencia de la gente, pero sus papás no entienden y no lo educan ni lo castigan. – Le platicaba mientras le ayudaba a guardas sus pocas cosas en la bolsa.

─ Le agradezco demasiado las molestias que se ha tomado para hablar con esa señora. – Le agradeció haciendo varias reverencias.

─ Tú niño es tan simpático y lindo, que es un placer ayudarte, mujer. – Le dijo acariciando al bebé que la miraba con sus enormes ojos, tupidos de largas pestañas. – Seguramente les tomarán mucho cariño a los dos cuando los conozcan. – Le sonrió al niño, haciéndole una caricia en sus mejillitas y provocando que el bebé le sonriera de la manera más tierna posible.

I Need You VHope.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora