Invitación

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Otra vez corriendo, no me lo podía ceer, la vida se hacía tan cansina un momento estabas tranquilamente dormida y derrepente te encuentras corriendo por tu vida, gasolina, necesitaba gasolina pero los malditos z no me daban un respiro para poder parar a comprobar coches, me perseguian tres z, rapidos, los muy cabrones eran recientes y mantenian la sangre caliente aun, me había separado del grupo en un intento de escapada, y claro... no tenía ni idea de donde estaba, maldecía mi poca orientacion y mi sensatez, tenía que haber corrido tras mis compañeros, no podía mas, mis ojos buscaban algo con lo que defenderse hasta encontrar a varios metros los restos de una bicicleta, por suerte lo suficientemente echa polvo para agarrar su manillar, corrí todo lo rapido que pude y la agarre, tenía que intentarlo, hacerles frente, eran tres pero no tenía otra elección, levante el manillar y lo sostuve firmemente y espere a que se acercaran los z, aseste un golpe contra la cabeza de uno haciendolo caer pero no le hice el suficiente daño como para matarlo, solo podía defenderme, lanzar golpes hasta que callesen, conseguí partirle el craneo a uno mientras los otros seguian decididos a devorarme, un tiro... no dos, sonaron dos tiros y mis atacantes calleron al suelo, por mi cabeza solo podía pasar la idea de que fuese 10k o uno de mis compañeros, me volteé a ver y me encontre con dos personas, tenían el rostro tapado y me apuntaban con un arma, deje caer el manillar y levante mis manos, estos no tardaron en acercarse, uno de ellos me cacheo y vio que no tenía nada ensima, el que me seguia apuntando hizo una seña para que andaramos, intente justificarme y seguir mi camino a lo cual ellos no estaban deacuerdo, me guiaron durante algunos minutos por la carretera, sentía el arma apuntandome y ellos no decian nada cuando llegamos a un edificio me obligaron a parar y de la puerta salio una mujer, esta me miro de arriba a bajo y me tendio una amplia sonrisa, estaba armada, era alta y delgada, vestia de negro era guapa, de unos 30,35 años e imponía bastante, hizo una seña y las personas que me escoltaban bajaron las armas y se retiraron dentro del edificio, -bienvenida al edificio de las almas, aqui podemos disfrutar de una vida tranquila- me invito a pasar, por un momento pense en correr en dirección contraría, pero tenian armas y huviera sido mala idea-mi nombre es Anabel y estoy al cargo de esta gente- cerro la puerta a mi paso y observe el amplio resividor de aquel edificio, habían algunas motos a un lado y varias personas pululando por allí, las escaleras estaban destruidas y en su lugar solo habían unas de mano por las que Anabel me ofrecio subir, asepte y comence a subir por ellas hasta llegar al segundo piso, un metodo de seguridad contra los z aseguraba ella, tenía logica si entraban solo tendrían que retirarlas y así impedirian el paso, era muy practico, me guio por el piso y me hizo entrar en una de las viviendas que por lo visto era la de ella, en su interior estaban sus dos hijos, -Amanda y Eric- la niña se acerco a mi con curiosidad a lo que le conteste con una sonrisa mientras el chico, de posiblemente mi edad me miraba,-¿tienes hanbre?, asentí mientras la seguía hasta la cocina, ella me explicaba que ayudaban a la gente y vivian allí atrincherados, tenían bastantes recursos y gente entrenada para expediciones, por lo visto habían en total treinta y siete personas viviendo allí,-¿estas sola?, pense unos segundos y asenti, no quería poner en peligro a los demas, -mi nombre es (tu mote) y bueno estaba sola hasta que llego tu gente y me salvo- ella puso delante de mi un sandwich de chocolate de huntar y un vaso de agua, lo mire con reselo-no esta envenenado- aseguro ella, tomo asiento a mi lado y me dijo que podía quedarme todo el tiempo que quiziera y que si decidía irme me ofrecería algunas provisiones e incluso un vehículo, yo asentí mientras comía el sandwich, el edificio estaba bien preparado, tenía placas solares, motores que funcionaban con gasolina, depositos de agua que se llenaba cuando llovía y seguridad, un paraiso, -deberias darte una ducha- dicho esto me acompaño al baño y me ofrecio una toalla y algo de ropa, lo tome y lo mire, eran unos baqueros negros, una camisa de asillas negra algo corta y otra camisa de botones a cuadros rojos y negros, entre en la ducha y milagrosamente el agua era caliente, ¿joder cuanto hacía que no me daba un baño caliente? Tardé algunos minutos en lavarme y en disfrutar de aquella maravilla, salí de la ducha y me vestí, me quedaba genial aquel look, no recordaba la ultima vez que había estado tan limpia, salí del baño y me encontre con eric quien me acompaño a ver el resto del edificio, me comento que no era la unica que había llegado aquel día al edificio, recorri algunos pisos y nos dirijiamos en busca de Anabel, en el pasillo de aquel piso conseguí reconocer una voz, era Warren, estaba segura, no quería mostrar alegría, había mentido, había dicho que estaba sola, eric toco en la puerta a lo que su madre nos permitio el paso, entramos en la habitacio  y si, allí estaba waren acompañada por vasquez y addy, esta al verme no pudo  mantener su felicidad y se boto a abrazarme -creí que estabas sola- pare a mirar a Anabel que se encontraba mirandonos con una seja levantada -yo tambien- le conteste separandome de addy, pense que nunca mas los volvería a ver, no era mi intencion mentirte, mostre una leve sonrisa a lo que ella parecio convencerle, bueno celebraremos este encuentro, quedaos a pasar la noche con nosotros, podeís usar esta vivienda, se retiro de la habitacion, eric se acerco a mi y tomandome de la mano me pidio que siguiera acompañandole, era algo incomodo pues por alguna razón parecia que estaba interesado en acapararme, warren me miro seria y asentí a acompañarlo para evitar conflictos con nuestros anfitriones.

Tan solo un día más...(z nation)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora