Dulce adolescencia

Oxígeno

Dile a ellos que no soy nueva en esto, que aparente serlo es otra cosa.
Ellos solo ven lo que yo quiero que vean, saben lo que deseo que sepan y digo lo que desean escuchar.
Sin embargo cuando tengo la oportunidad, huyo de ellos, con secretos ajenos entre mis manos. Aprendiendo de la ignorancia me volví lo que soy.
Vi la verdad de las mentiras.
Cambié alas rotas por las mías.
Vi cicatrices y besé crímenes ajenos, manchándome de culpa sin razón.
De experiencias ajenas no se aprende.
Y cansada de demostrar lo contrario a lo que creen terminé cambiando, confundiéndome a mi misma.
Amor, perdóname, perdóname por resolver problemas que no son míos y dejar los nuestros de lado, pero esto me está matando.
Corriendo tras verdades mientras la realidad me pisa los talones.
Pero mi oxígeno es el amor verdadero qué los me aportan para seguir con mi imparable carrera, mi meta.
No pongas más peso sobre mi,
Que ya estoy pesadita con lo regular de mis días.
Si no aportas, ya no me sonrías.
Si no crees, ya no sigas.
Voy kilómetros por delante y aún no veo la meta.
No corras sin oxígeno.