09/03/17

19 0 0
                                    

Nos encaminábamos a la nada,
Abriendo puertas,
Encontrándonos con trampas.
Me estaba volviendo una mujer desconocida.
Nunca me agarraste de la mano, si pasaba algo me clavaba las uñas,
Me hacía daño.
Cuando te convenía venías,
Era una locura.
Estando en dos lugares mientras nuestros cuerpos se cercioraban que estuviéramos pendientes, aún, del cuerdo.
Todo esto era posible gracias a las mentiras, que me estabas ocultando?
El destino nos para juntando.
Que suerte.
Que jodida maldición.

Dulce adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora