Nos encaminábamos a la nada,
Abriendo puertas,
Encontrándonos con trampas.
Me estaba volviendo una mujer desconocida.
Nunca me agarraste de la mano, si pasaba algo me clavaba las uñas,
Me hacía daño.
Cuando te convenía venías,
Era una locura.
Estando en dos lugares mientras nuestros cuerpos se cercioraban que estuviéramos pendientes, aún, del cuerdo.
Todo esto era posible gracias a las mentiras, que me estabas ocultando?
El destino nos para juntando.
Que suerte.
Que jodida maldición.
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Dulce adolescencia
PoetryAhogada en la desesperación de no ser absorbida por la ignorancia que ronda, imparcialmente desesperada en busca de un alguien que forme parte de mí, ahogada en recuerdos y errores, deseando retroceder o olvidar. Sin embargo en pie, resolviendo la v...