Alisse

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Se rociaba con caros y finos perfumes,
Vestía de manera realmente elegante,
Sus calzados eran inigualables, costosos, de marcas despampanantes.
Fines de semana alocados,
Presidenta del grupo "Los falsos perfectos",
Cargando copas de exquisito champán, brindando por cualquier pijeria.
Dando espléndidas sonrisas blancas, tan falsas como la personalidad de cada miembro de allí.
Todas las noches no dejaba de batir el bendito vino de las 9p.m, pensando si esto realmente la hacía feliz, o más ignorante en si.
No lo sé, ni lo supo, alguien termino con aquella perfección surrealista,
Con aquel coche lujoso,
Arrollando todo lo que sus litros pasados de bebidas alcohólicas le obligó a hacer,
Acabando con aquella nueva miembro que estaba a punto de entrar en la profunda ignorancia.
Ricos como pobres mueren, pero muy humillante es que esta fortuna te consuma y te mate lentamente,
En este camino tambaleante de seguridad,
Del cuál todos nos queremos lanzar,
Sin mirar los efectos secundarios, que finalmente te llevan al resultado final.
Pero así, la vida siguió,
Todos levantaron aquellas típicas copas en consuelo,
Compraron ropa de diseñador asistiendo a aquel "trágico" día,
Del cual  cada lagrima fue falsa y cada latido seguía du ritmo, esperando impaciente ese futuro que sus cuerpos tanto anhelan.
El fin, de aquellos dramas,
El fin, de todos ellos,
El fin, de las falsas sonrisas,
El fin.
Esperando cerrar los ojos y no abrirlos más.

Dulce adolescenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora