Cambiando vidas. I

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- ¡Por favor, mamá!.- exclamó Ginny.- Ya somos mayores y queremos disfrutar de nuestras vacaciones.

- Lo sabemos hija, pero tienen que entender las circunstancias.- dijo Arthur.- Aún hay mortífagos resentidos por ahí y van muy lejos.

- Al menos déjanos ir a la fiesta, solo una noche.- pidió Ron

- Con una condición.- dijo Molly.

- ¿Cuál?.- preguntó fastidiada Ginny

- Permitirán que los acompañen dos aurores.- dijo Molly.- no van a notar que estarán ahí, ellos solo los escoltarán y vigilaran el lugar de esa fiestecita.

- De acuerdo.- dijo Ron resignado.

Los señores Weasley habían casi explotado ante la idea descabellada de los chicos. Les explicaron como estaba la situación en el Ministerio y aún así ellos insistían. Acordaron que la boda de George y Angelina sería la tercera semana de vacaciones y quisieron aprovechar para tener una reunión de la Orden del Fénix. Decidieron enviar las lechuzas hasta el día siguiente y hablar con los muchachos más tarde ya que no iban a hacerlo delante de los invitados y arruinarles el momento a los novios.

Ron y Ginny subieron al cuarto donde aguardaban Hermione y Harry, les explicaron que no los dejaron ir más que a la fiesta. Se resignaron y los chicos se despidieron de sus novias con un gran beso y se fueron a dormir.

- No, no.- dijo Ginny quitando las cobijas con las que Hermione se había arropado en la cama.- Tu no te me escapas.

- ¿Qué haces, Ginny?.- preguntó Hermione, fingiendo demencia.

- Tú me tienes que contar algo, ¿lo olvidas?

- Por Merlín Ginny, no se te pasa una.- dijo entre risas.- haber .. ¿Por dónde comienzo?

- ¡Fácil! ...- dijo Ginny, alzando los hombros.- ¿Por qué Snape estaba tan "desnudo"?

- Cuando me pusieron a su cargo entró en una crisis horrible, sus heridas se abrieron el doble, le tuve que quitar la ropa para revivirlo y limpiar la sangre. De ahí cayó en coma.- dijo Hermione a su pesar. Le dolía recordar eso, por un momento se preguntó como estaría.

- Correcto, ahora dime. ¿Qué pasó?.- dijo Ginny con una sonrisa de oreja a oreja- No omitas detalles.

Hermione le contó todo con lujo de detalles; desde como le dio respiración de boca a boca hasta como le dijo que él era más atractivo que Ron. Tenía que tomar bocanadas de aire cada vez que describía como se sentía su piel, como era el tamaño de su erección y cada sentir de ella. Con cada palabra, a Ginny le brillaban más los ojos.

- ¡No lo puedo creer, Hermione Granger!...- dijo haciéndose aire con las manos.- Eres una pervertida.

- Tampoco es para tanto.- dijo Hermione dándole un pequeño golpe en el brazo.- Además, estoy con Ron.

- Pero eso no quita que sea verdad que Snape sea demasiado sexy.- dijo, mordiéndose el labio.- Y por lo visto no le eres nada indiferente.- *dijo eso guiñándole el ojo*

- ¡Ya basta, Ginny!.- dijo levantándose de golpe.- Ya hasta lo había olvidado.

- Oh vamos, Herms. Las dos sabemos que Snape es todo un galán, además es un buen hombre.

- ¡Ginevra Weasley!.- dijo indignada.- ¿Cómo te atreves a decirme eso cuando soy la novia de tu hermano?

- Tú y mi hermano hacen bonita pareja. Así como Harry y yo, pero aceptémoslo, nosotras también tenemos derecho a tener nuestros "pretendientes" por ahí. Además, esos dos tienen a sus admiradoras y tenemos que estar a la par.- se excusó la pelirroja.

Una Segunda Oportunidad Para AmbosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora