Se marcaba justo un mes. Era día Jueves. El sol estaba entre las nubes y la mañana había sido húmeda.
Oh, y Wonwoo no había llorado.
¡Oh! Y era mi cumpleaños. Me sentí aliviado. Y muy, muy feliz.
—¿Sabes que es mi cumpleaños?
Había un silencio extraño, que me hacia feliz. Porque en esa primera media hora, Wonwoo solo lloraba. Que estuviera leyendo en silencio me gustaba.
—Mhm... —cerró el libro—, ¿Lo es? ¿Que día es hoy?
—Es 6 — dije—. Tengo 16 ahora, soy tan grande...
—Jo, eres un bebé —se burló.
—¡Tu solo tienes 17! —reí... Mierda.
—¿Como sabes?
—Uh-, Intuición.
Soltó una pequeña risa. ¿Se está burlando de mi? Ah, como sea, tengo que aprender a callarme. El solo pensamiento de que Wonwoo puede descubrirme me aterra. Me aterra dejar de hablar con él. Wonwoo me gusta. Realmente mucho.
—Así que, ¿Tú numero favorito?
Su pregunta variaba nuestro juego. Ahora no tenía que elegir, era simplemente una pregunta, directa y concreta.
—El 2 —respondo simple.
—¿El 2? ¿Por qué? ¿Porque parece pato?
Río ante su ocurrencia y niego aunque sé que no puede verme.
—Es el típico mínimo en un grupo, no lo sé. Un día solo decidí que me gusta.
Volvió a soltar una carcajada que me hizo sonreír. Ya sabia tantas cosas de él que no sabía que preguntar. Pero al mismo tiempo seguía teniendo curiosidad.
—¿El tuyo? —pregunté.
—Mmm... el cero.
—¿Es en serio? Ese no cuenta...
—¿Por que no? —reclamó.
—Es... ¡Un cero! Nadie cuenta "cero, uno, dos..". Nadie. ¿Por qué tendría que gustarte?
—Es porque es un numero neutro... Ni positivo ni negativo. Creo que se parece a mi.
Anoté eso después de reflexionar en silencio.
—¿Kim? —llamó.
—¿Si?
—¿Me dirás tu nombre ya?
Hace algunos días que él había estado dandole vueltas a eso de mi verdadero nombre. Me preguntaba una vez cada dos días, haciendo mis nervios incrementar como espuma.
—¿Para que, Wonwoo?
—Tu sabes el mío... Siento como si... como si me faltara conocerte. Tu conoces mi cara, ¿Cierto?
Tragué saliva. Eso nunca lo había preguntado.
—SI...
—Y yo no conozco la tuya... ¿No es injusto? Deberías... dejarme verte..
Comienzo a guardar mis cosas. Quiero salir. Porque si Wonwoo sigue preguntándome así, se lo diría. Sin mas, se lo diría.
—Algún día...
—Por lo menos déjame ver tus manos... —habló rápido.
Mi mano izquierda esta por abrir la puerta rota del cuadrado baño, cuando me detengo por su petición. Frunzo el ceño antes que nada. Aunque era obvio que puedo sentir un remolino desatarse en mi estomago.
Wonwoo se inclina sin decir palabra alguna. Sus manos temblorosas y huesudas se hacen visibles debajo de la pared fina y aunque quiero tocarlo, tocarlo a él, sigo ahí parado, sin hacer mucho.
—¿Kim? —me llama.
La verdad es que es imposible que me reconozca solo por mis manos. Me inclino.
Solo va a tocarme como quien saluda a otra persona, simple, corto y amistoso.
Tiendo mis manos hacia adelante, cierro los ojos fuerte, porque estoy tan nervioso que llego a pensar que Wonwoo puede verme a travez de la muralla.
Siento la energía de Wonwoo erizarme los bellos. Las manos se me duermen y un calor me recorre la palma, necesito acercarme más a las de él.
Como si me leyera los pensamientos, toma mis manos, sin si quiera pensárselo demasiado. Wonwoo es tan decidido.
Me doy cuenta de que no nos estamos saludando como dos personas normales sin relaciones de por medio cuando comienza a acariciarme los nudillos con el pulgar. Un escalofríos me recorre y es por inercia que me inclino aún más hacia adelante, pidiendo que remuevan la pared para que yo pueda verlo. A Wonwoo, con las mejillas sonrosadas y con una sonrisa nerviosa. Con los ojos brillantes o mordiéndose el labio. Quiero verlo.
—¿Cuándo me dirás Kim? Quiero verte...
—.... También. Yo también quiero verte.
—¿Cuándo? —presiona.
— Mañana... Creo que mañana.
😇❄️💧
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¿Por qué lloras, Wonwoo? • meanie
FanficWonwoo llora en los baños de la escuela todos los días. Mingyu es el tonto que quiere enamorarlo.