Vida intima

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-Bueno, aunque mi verdadero nombre es Meritsa Hyakuya,sólo utilizo mi apellido materno con los vampiros-aclaró Meri.

-...¿Qué? Ah...¿Qué están diciendo...?-preguntó sin salir de su shock, Narumi.

-Es una mentira ¿no? Algo así...no puede ser-balbuceó Shinoa, mirando a Shido, quien la observaba sonriente, casi relajado-Yo y Yoichi...¿tuvimos un hijo?

-Y-Y-Y yo...con el idiota de Yuu-susurró Mitsuba, prácticamente roja-¡AAAAH! ¡No hay forma de que sea real!

-Pues lo es. No me cabe duda, yo soy el hijo de Yuichiro Hyakuya y Mitsuba Sangu-dijo Yuki-Tal vez les parezca imposible porque mi atractivo y carisma es muy superior a la de ustedes-bromeó.

-¡¿Q-Qué?!¡T-Tu!¡No bromees con eso! Nosotros...nosotros no pudimos...-balbuceó Yuu, sonrojado, tomándose la cabeza con las manos.

-No importa lo mucho que lo nieguen, esta es su realidad. Su futuro-dijo Meri, aún sentada de piernas cruzadas-Y ustedes-señaló a Krul y Mika (este último aún no reaccionaba)-¿No piensan abrazar a su adorable hijita~?

-E-Eh...¿Qué?-dijo Krul-Tu...¿eres nuestra hija?

Meri suspiró fastidiada.

-¡Ah~!¿No lo dije suficientes veces ya? ¡Soy su hija!

-¡Ah!-reaccionó Mika de su trance-¿Meri es nuestra hija?...¿Mia...y de Krul?...¡EH~!-su rostro comenzó a tomar un color rojizo-¡Espera! Yo...yo nunca podría...¡E-Eso es imposible!

-Quién lo diría...me he vuelto madre-murmuró con una sonrisa Krul, levemente sonrojada, al revés de los demás parecía más relajada. De pronto, su cara se contrajo-¡Espera! Los vampiros no podemos tener hijos.

-Si, eso es cierto, es imposible que puedan concebir un hijo-asintió Meritsa.

-Entonces, es imposible que tu seas nuestra hija-murmuró Mika, aún con el rostro encendido.-No eres la princesa de los vampiros.

-Mm~ ¿notó desconfianza en tu voz? Sin embargo lo que digo es la verdad: soy la princesa y su hija.

-Espera-se adelantó Narumi-Puedo aceptar que Shido y Yuki sean hijos de estos-dijo, señalando pulgar con el a los dos pares de adolescentes que aún continuaban en shock y con el rostro color tomate-Pero nada nos dice que tu seas la princesa e hija de Krul y Mika, si mal no recuerdo, eres perseguida por vampiros. No entiendo porque los vampiros irían en contra de una persona de tan alto nivel en su jerarquía.

-No necesitas mencionarlos ahora-murmuró con amargura y seriedad Meritsa-Permitanme indicarles algo-se mostró algo más animada, aunque su rostro se mantenía serio-La entrada al castillo y el poder librarse del guardia ¿quién lo facilitó?-dejó unos segundos de silencio antes de hablar nuevamente-Ciertamente, muchas veces intentaron matarme y aún así estoy frente a ustedes. Además nadie intentó detenerme de entrar aquí ¿lo entienden?-los miró con más rudeza-A pesar de todo, estoy sentada en este trono, y eso es una prueba de que soy la princesa de los vampiros. Nadie a excepción de los reyes puede pasar por encima de mí en este lugar.

Todos enmudecieron.

-B-Bien, tal vez...sea verdad-balbuceó Mika, evitando mirar a alguien-Pero si los vampiros no pueden tener hijos ¿como es que tú-?

-Disculpe, Mikaela-sama-lo frenó Anabelle, consultándo su reloj-Pero la Princesa tiene que atender una reunión con los reyes y los demás progenitores, casi no nos queda tiempo-¡Ah! Antes de irnos, quería decirles un par de detalles, a excepción de Shido-kun, ocultamos la ausencia de Yuki-kun y Meri-sama. Dijimos que el niño se encontraba en un entrenamiento intenso para que nadie pudiese hablar con él y que la princesa se había ido de viaje con los reyes por asuntos económicos confidenciales. La idea de esto, era que las personas fueran engañadas para conseguirles tiempo y librarlos de sus ocupaciones en este mundo.

4 MesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora