Pasaron semanas y la chica se quedó en aquella vivienda. Era un piso, nada especial. Conoció mejor a ese chico con la sudadera rosa, se llamaba Jin, Kim SeokJin y vivía con otros seis chicos. Bueno, conocer, más bien espiar y acosar, ya que el chico no sabía de su existencia.
A medida que le iba conociendo, se le generaba más dudas. Aprendía cosas nuevas, cosas humanas. Aprendió lo que era una familia. Aprendió que los humanos no solamente necesitaban tener un techo para cubrirse, sino que también necesitaban una familia. También necesitaban a otras personas para cuidarse el uno al otro. Y por primera vez, en mucho tiempo, quiso también tener una familia, formar parte de algo y sentir la calidez de otros.
También conoció a aquellos chicos, que eran unos auténticos desastres a pesar de que sean unos ositos de goma, tiernos y dulces.
Se despertó de su "sueño" en la mitad de la noche y escuchó unos pequeños sollozos malos disimulados en el baño. Se acercó para ver que era lo que estaba pasando, y vio a Jin, su chico rosa, llorando.
Sí, llorando, y no solamente esa noche, también le notó que se ponía cada vez más nervioso y estresado a medida de que se le acercaba su comeback. Y es que Jin era un bailarín pésimo. Era malo a pesar de estar practicando hasta las altas horas de la noche; era malo a pesar de que se esforzaba al máximo.
Aunque intentaba disimular con todas sus fuerzas, se le hacía daño cada vez que daba un movimiento erróneo. Se sentía culpable, e inútil y ese sentimiento se engrandaba más cuando los miembros mostraban sus apoyos.
La pequeña fantasma se había dando cuenta de todo aquello. Y le dolía, le dolía que fuera tan duro consigo mismo. Porque el chico rosa debería estar orgulloso de sí mismo por haber criado a seis ositos de goma. Su chico rosa... que hacía de madre y cuidaba a los demás, tan gentil... Y entonces, antes de quedarse dormida por décima vez en ese mismo día, decidió hacer algo por él. Sí, haría algo, para que sepa que no estaba solo.
Así que esa misma noche, la pequeña fantasma, cogió un trocito de papel, del cuaderno... rosa de Jin, y escribió con un bolígrafo rosado que había en su mesa... *face palm*:
ROSAS SON ROJAS
VIOLETAS SON LILAS
ME LLAMO JIN, LA PRINCESA
Y SOY LA MÁS FABULOSA
NO, NO, NO *cof,cof* SIGAMOS CON LA HISTORIA
y escribió:
No estés triste, porque si lo estás yo también lo estaré...
No soy terapeuta pero te prometo algo,
te prometo que te escucharé,
te prometo que me importarás...
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Bueno, espero que os haya gustado el poema...
Y el cuaderno rosado de Jin...
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BTS
FanfictionHistorias cortas e independientes con los chicos de BTS como protagonistas. Estas historias han sido creadas totalmente por mí e inspiradas por no sé qué. Tened piedad a esta pobre patatita y dad una pequeña oportunidad a la obra. Gracias.