Mi perro se comió mi trabajo (II)

12 2 0
                                    

Del trabajo sólo quedaba trocitos de papel, masticadas y mojadas con babas de Rapmon. Mi trabajo, hecho en cinco días y dos horas, se habían reducido a bolas de papel mojadas y destrozadas... Ya no había arreglo, eran las once y cuarto, y no había más tinta en la impresora. No me daría tiempo de copiarlo a mano porque era un trabajo de doce páginas, ¡¡DOCE!!

Entonces, bajé corriendo a la calle con la esperanza de que haya algún locutorio abierto y poder imprimir el trabajo. Recorrí el barrio entero, y nada, todo el mundo estaba cerrado, no había nadie en la calle. Ya no había arreglo, estaba todo perdido, así que me fui a casa, cabizbajo, abatido.

A pesar de que era un trabajo en el cual había invertido todas mis fuerzas y ganas y voluntad, no lo puedo entregar a tiempo. Ya sé que la fecha de límite es hoy y que usted nos ha dejado tres semanas para hacerlo, pero por favor se lo pido, no me baje la nota. Tengo mis motivos, y no ha sido por pereza, ha sido por accidente.

En la clase sólo hay silencio, y unas cuantas risitas por parte de mis compañeros a pesar de sus intentos de disimulo. La señorit... El señor Jin no se ha movido, ha estado sentado en su sillón mientras se mira sus uñas todo este tiempo. Ahora tiene una ceja levantada.

- ¿Por que su perro se ha comido su trabajo? Creí que era más creativo, señor NamJoon.-

- ¡Pero es la verdad! ¡Mi perro me odia! -

Las risitas se han incrementado, ahora ya ni intentan disimular. ¿Y dicen estos que son mis amigos? No me lo podía creer. Por el otro lado, siento cómo mis mejillas arden, creo que están tan calientes que hasta echan humo y todo. Además, la mirada tan penetrante e intensa del señor Jin tampoco ayuda mucho...

- Basta, no le bajaré la nota, tráigalo mañana. -

¡Sigh! Menos mal... Supongo que es la ventaja de ser un favorito del profesor. La verdad es no me pensaba que se le colara la excusa, pero al parecer... En realidad sí había hecho el trabajo, y sí era de doce páginas, y sí que le había dedicado cinco días y dos hora. Pero... no se lo comió mi perro... Es bastante inteligente (como yo ^_^) y no comería semejante asquerosidad. La verdad es que... lo había rasgado ¡¡YO!! (T_T) Lo había rasgado por la mitad mientras intentaba meterlo en mi mochila por la mañana... (T_T)

- ¡Ah! ¡Y procure que no se lo coma el perro otra vez!-

- Sí señor. -

Le pediré a mi mamá guardarlo la próxima vez...

BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora