Un chico de ojos color caramelo, labios rosados, pestañas largas, cabello sedoso y pelirrojo, la observaba. Atractivo a simple vista, pero su mirada era dura, como la de alguien que ha sufrido desde temprana edad, aun así la miraba curioso y dijo algo que a ella le resultó raro "la chica de los ojos de colores" había dicho, pero ¿por qué se refería a ella de esa manera? Nunca había visto sus ojos de otro color que no fuera grisáceo.
Sin embargo, lo que mas le llamó la atención de aquello, es la razón de por que un apuesto joven estaba bajo el mar al igual que ella, se le veía completamente normal, sin nada que lo diferenciara de ser un humano. Él la tenia sostenida de los brazos con mirada severa, ella solo parpadeaba, no sabia que hacer y el la tenia lo suficientemente sujeta como para evitarle escapar, de repente un sonido los sacó de sus pensamientos. Él miró instintivamente al lugar proveniente de este, mientras ella lo observaba, El pelirrojo arrugó su cara un segundo después de voltear y la empujó hasta las sombras de la caverna, ahí entraron a un hueco lo suficientemente grande para caber los dos. Este era oscuro y no se notaba a simple vista. Su respiración estaba algo agitada por los recientes sucesos, así que el chico le tapó la boca para apaciguar los sonidos que causaba su respiración.
Ella intentó librarse, forcejeó contra el pero lo que causó fue que este la sostuviera más fuerte, algo que le causó dolor y se detuvo - shh - le susurró al oído - Es por tu bien - Decidió hacerle caso y quedarse quieta y en silencio, algo en las palabras del joven hizo efecto en ella. Los interrogantes comenzaban a aparecer en su cabeza mientras guardaba silencio. ¿Por qué el la escondió así? ¿Por qué él estaba allí? ¿Por qué la llamó la chica de los ojos de colores? ¿Por qué esconderse de ese sonido era por su bien?...- Okay - La cargó en brazos y ella automáticamente rodeó el cuello del chico disminuyendo las posibilidades de caerse. Sus brazos eran fuertes, el brazo izquierdo estaba bajo sus rodillas y el derecho le rodeaba la espalda - ¿Podrías recoger tu cabello? - dijo con una voz gruesa pero en tono suave mientras alejaba su cara del cabello flotante de Selene y escupía el que había entrado a su boca.
Rápidamente, ella se hizo un recogido al que llamaba cebolla, en el cabello. Este ya no se revolvía en toda el agua; por el amarre, pero eso no evitó que le aumentara el volumen y que los cabellos más cortos o menos sujetos, se salieran de la cebolla y se le vinieran a la cara, aunque en menor cantidad que cuando tenía el cabello suelto - Si no me gustara tanto mi cabello me lo raparía - susurró para si y notó que su acompañante reprimió una sonrisa.
- ¿A donde me llevas? - preguntó sacando tema de conversación
- A un lugar - respondió el muchacho seriamente.
- Que explicito - comentó ella volteando los ojos - Entonces, ¿como te llamas? -
- Llámame J - respondió serio después de pensárselo unos segundos.
- Uuuuh J - la castaña rió un poco - ¿Por qué J? -hizo una mueca - Mejor te llamaré Joaquín -
El joven pelirrojo suspiró fuertemente exasperado - Como quieras - dijo intentando mantener la calma.
- Perdón si te molesto con mi existencia - soltó un bufido y se cruzó de brazos.
- Mujeres - susurró para si el chico.
- ¡Hey! - Respondió ofendida Selene y se movió para que Joaquín la bajara aunque este no le hiciera caso - ¡Suéltame! - Este la sostuvo mas fuerte - No seas imbécil, suéltame que yo puedo andar sola - Movía sus brazos y pataleaba con sus pies - Suéltame, suéltame te digo - en su intento de que la soltaran, le dio un golpe en la mandíbula a su acompañante, este soltó un bufido y la soltó - Perdón - dijo apenada y nadando.
- Suerte, yo me largo - él siguió caminando derecho - Si te come algún animal pues suerte -dijo sin voltear algo enojado.
- ¿Qué? ¿Puedo seguirte? - preguntó asustada por la idea de que algún animal se la comiera
- Haz lo que quieras - respondió tocándose la barbilla
- Perdóname - se acercó rápidamente a donde el y acercó su mano a tocarle donde estaba el golpe pero este alejó su cara rápidamente - ¡Quieto! - volvió a acercar su mano pero este la tomó de la muñeca antes de que pudiera tocarle la cara y siguió caminando con esta sostenida hacia quién sabe dónde.
- Que sentimientos tan sensibles tiene el niño - dijo Selene después de llevar minutos caminando sin que J le dirigiera palabra alguna.
- Llevo menos de una hora contigo y ya me hartaste, ¿como te soportan las personas? - respondió exasperado y apretando los dientes el chico.
- Si realmente me conocieras sabrías como es mi vida, ahora si no te importa, suéltame la mano - Selene hizo un movimiento brusco separando su muñeca de la mano del joven y se detuvo cruzándose de brazos - Si tanto te harto por que no me dejas aquí y ya, problema resuelto - se recostó contra la pared del túnel por el que caminaban.
- ¿Si pudiera no crees que no lo hubiera hecho ya? - J cerró sus ojos con fuerza, hizo sus manos un puño y un segundo después abrió las palmas de sus manos al igual que sus ojos - Esta bien, me pasé. ¿Serias tan amable de seguirme? - dijo intentando tranquilizarse.
- Por supuesto - Selene soltó una sonrisa falsa - que no - su expresión sonriente cambió, se dio media vuelta y comenzó a caminar por el camino de devuelta.
- ¡Ven para acá! - Exclamó el pelirrojo y la tomó fuertemente del brazo.
- ¡Suéltame! - Lo miró la joven con dolor - No iré contigo, compréndelo - movía su brazo para aflojar el agarre.
- Eso es lo que tú crees - J hizo un hábil movimiento con su mano y el cuerpo de Selene se desplomó hacia el suelo, pero antes de chocar, los brazos del chico con ojos color caramelo la sostuvieron y la cargaron mientras ella se encontraba inconsciente.
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La verdad detrás de los ojos
FantasyNo soy una niñita, no soy una ingenua, no soy una idiota y mucho menos una cualquiera. Cada quien es único, no escogí mi ADN, tampoco quién ser, simplemente nací así, con esta familia y con todo esto. No soy la misma persona que conociste aquel día...