La Cautiva del Lobo. (libro III)

Esta Noche serás Mía.

Llego la noche y el lobo entro a mi habitación con una mirada que gritaba peligro, con el dorso descubierto y su cabello largo suelto y mojado se pegaba a su cuello, solo llevaba unos pantalones que se pegaban a sus torneadas piernas, no habia duda que ese hombre era tan sexy y ese aire de macho salvaje me era exitante, pero no se la iba hacer fácil o al menos eso pienso yo.

Se acerca a mi y me jala de las caderas con sus manos y me pega a él y me gruñe cerca de mi cuello— MIAAA!!—y empieza a lamer desde mi cuello a mi boca y me besa con pasión y fuerza.

Pero lejos de desagradarme me gusta, empiezo a tocar su musculoso cuerpo y él me baja las mangas de mi camizó  y besa mis senos, los chupa y los muerde hasta dejarlos sensibles y erectos.---- esta noche me suplicarás que te folle dulzura, ya veras mi cielo.

Tirsa estaba excitada, sentia como le quemaba la piel por ser tocada, besada y chupada por el lobo, gemía con cada toque de su cuerpo, cuando bajo su cabeza hacia su vagina y se la lamió y le daba mordidas en su clictoris ella gritaba como loca por el placer, Louis no soportaba mas necesitaba introducirse en ella y sobre todo al saber que ella era virgen lo excitaba mas, nunca habia estado con una vampira virgen, era raro eso ya que las vampiras eran altamente sexuales.

Se acomodo entre sus piernas y la penetro con suavidad para no lastimarla, le gustaba mucho esa vampira, estaba loco por casarse con ella, la habia esperado desde hace mucho tiempo y no estaba dispuesto a perderla, la amaba. No, no podia amarla solo era obseción por tenerla por que él siempre tenia todo lo que queria y ella era todo lo que él queria.

Bombeo dentro de ella hasta que llego a romper la fina tela que aseguraba su virginidad, sintió como esta se rompia y atrapo con su boca un grito ahogado  de Tirsa.