Capítulo 11

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"Hay que aprender a resistir. Ni a irse ni a quedarse, a resistir, aunque es seguro que habrá más penas y olvido" -Juan Gelman

Krystal, he decidido venir porque... Merezco una explicación. ¡Eso suena muy egocéntrico! Mejor... Te ves hermosa como estas flores ¡Suenas patético Noah! Estás demasiado nervioso, cálmate, veo que estos ensayos no servirán de nada, imagino que cuando la tenga de frente no seré capaz de pronunciar ni una palabra. -pensé mientras caminaba hacia el lugar donde ella se encontraba. ¿Dónde se metió ésta mujer? -dije hablando mismo en voz alta- ¿Será que fue al baño? De repente mi hombro chocó con otra persona despertándome de mis pensamientos.

-Lo siento señor, venía un poco distraído. ¿Está usted bien?

-No te preocupes amigo. Parece que estás buscando a alguien...

Extrañado por su amabilidad y confianza, me limité a asentir

-Bueno suerte -me guiñó el ojo izquierdo y soltó una pequeña risa malévola.

Seguí caminando hasta llegar a la sala después del "Check-In". Mi mirada recorría todo el lugar en busca de hallarla. No estaba. ¿Qué se hizo? Tal vez ha ido al baño. Son las 8:58 am. Llegué justo a tiempo -bostecé- ¿Podré dormir en el avión? ayer no pegué ni un solo ojo en toda la noche. Cerré los ojos unos instantes y cuando los abrí de nuevo y me fije en la hora, 9:25 am. 

Cuando viajas al exterior debes estar al menos tres horas antes para asegurarse el lugar en el avión, elegir los asientos, despachar las valijas; tengo en mis manos la tarjeta de embarque con ella podré acceder a la sala de abordaje, una vez allí, en la famosa tierra de nadie (Es decir que una vez que cruzas a esta sección no estás en ningún país), no habrá vuelta atrás. No sé qué pensar al respecto, ella no está, ¿Y si cruzo y no está tampoco? Tendré que irme solo, y la que parecía ser nuestra última oportunidad se irá, al igual que mi corazón. 

 ¿Te has detenido a pensar porqué duele tanto despegarse de alguien? ¡Sabes qué es lo mejor! Te aseguro que estás consciente de ello, pero ¿Qué hace que justo cuando intentas pasar la página, sientas la necesidad de leer el capitulo un poco más, que al leerlo cierres los ojos tratando de aferrarte, intentado que las memorias consuman cada partícula débil de tu cuerpo donde quizás alguna vez esa persona estaba, inquietando tu corazón y haciendo de él una prisión que acaba contigo sin tu consentimiento? Aquí voy de nuevo...

Saqué el celular y marqué

-Dr. Noah ¿Cómo va?

-Hola Freddy, va todo bien creo. Necesito tu ayuda, busca la información de contacto de Krystal Blake.

-Está bien -dijo confundido- Ya...

-Dame su número de celular

-Señor, usted sabe que es prohibido...

-Por favor Freddy, ayúdame -lo interrumpí

-001 1020268 ¡Esta conversación nunca existió! No se meta en problemas Doc.

-Eres el mejor pelirrojo del mundo. Adiós

Colgué y marqué al número de Krys. Sonó tres veces y se fue a buzón. ¡A que juegas querida! Llamé de nuevo y para mi sorpresa, apagó el celular. Llamé de nuevo, apagado de nuevo. Lo intentaré seis veces, si al sexto intento no contesta pasaré -dije para mi mismo-. ¿Por qué seis? Me lo he preguntado siempre, es un límite que establecí hace mucho tiempo sin razón alguna. En ocasiones deseo recordar el porqué de cosas tan inútiles como esas en vez de un par de cosas estúpidas que me atormentan.

Crónica del olvido [Edición y corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora