Capítulo 8

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*Narra Mirana*

No me podía creer lo que estaba leyendo...

- ¿Es esto posible?- pregunta Jack acercándose al gran libro. Se estaba refiriendo a que si podía leer los pensamientos.

- No lo he experimentado del todo... A veces pienso en qué pueden pensar las demás personas, y las ideas aparecen en mi cabeza como fuegos artificiales.

- Eso no está bien...

- No me meteré en tu cabeza...lo juro...
Me miró y me dedicó una sonrisa.

- También dice que puedes saber si los sentimientos son puros y verdaderos. Eso está bien...

- Sigo invadiendo la privacidad de las personas...

- ¿Sabes lo que siento por ti?- se acerca a mi despacio.

- Se que es verdadero. Y se que me quieres...

- Claro que te quiero.

- Jack...

- ¿Si?

- Cuando te atas a las personas...no puedes separarte de ellas...

- Pero no vamos a poder estar juntos las veinticuatro horas del día, nena...

- Me imaginaba...

Cerré el libro, y en la portada había algo escrito en grande:
.ANIMINUTRIX.
¿Es eso lo que soy? No me hice más preguntas y dejé el libro donde estaba.

- Ya tenemos que irnos...- Jack me cogió la mano, pero no la acepté y se me quedó mirando.
Empecé a andar muy rápido esquivando a Jack, que me seguía con la mirada.
- Mirana... ¡Mirana, para!

- Vámonos, Jack.
Jack comenzó a correr hacia mí hasta alcanzarme, y me agarró de los hombros haciéndome girar para quedar cara a cara.- suéltame Jack...

- No, ¡no, Mirana! Escúchame... Siento no poder dedicarte mi vida, lo haría, sabes que sí, pero tenemos dieciséis años, nena...- su tono era suave. Tenía la necesidad de llorar ahí mismo, y eso fue lo que pasó. Comenzaron a brotar calientes lágrimas de mis ojos y Jack me abrazó.

- Jack, yo siento mucho hacerte pasar por todo esto, pero yo no he elegido ser así. ¿¡Crees que me gusta que mis sentimientos dependan de los de los demás!? ¿Acaso crees...que quiero estar atada a ti...hacerte pasar toda la vida, o hasta que esto se acabe, conmigo?

- Mirana...

- No, Jack, ya está...- me fui de sus brazos y volví a subir las escaleras.

- ¡Mirana, yo sí que quiero estar contigo!- me quedé parada escuchándo.- Haré lo que pueda, solo quédate junto a mí...

- Haremos lo que podamos...

Fuimos al salón y esperamos a mi madre sentados en el sofá.

- Jack, creo que tienes que irte. Quiero saber qué se siente al estar lejos.

- Pero eso no es necesario, yo puedo quedarme aquí.

- Sí, pero quiero descubrirme, mi naturaleza, y eso. Esto es muy raro...

- ¿Puedo quedarme a dormir?

- !No, Jack!- reimos juntos por un momento.

- Mirana...- pasó su brazo por mi cintura acercándome a él y quedando muy juntos. Me acerqué más a él y rompimos con la distancia. Baja su mano lentamente como si me estuviese pidiendo permiso, cogí su mano y la bajé del todo hasta que quedó a la altura de mis nalgas. Lo agarré de la camisa y lo acerqué mucho más a mi cuerpo. Le saqué la camiseta y la tiré encima de la mesa.
Posó sus labios sobre mi cuello y comenzó a besarlo, descendiendo hasta mi pecho. Volvió a mi boca y desató el cinturón del vestido.

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