Cliché

Capítulo 12

Narra Mirana.

Posé mi mirada sobre la pequeña bola de cristal, que hacía unos instantes se clavaba en mi espalda.
Solo era capaz de ver mi deformado reflejo, no era como mi sueño...
Espejo, corazón, botella...
Si era magia, Bennet lo sabría.

Seguía estando sola en el coche, escuchando las gotas de lluvia congeladas caer sobre la cúpula que lo cubría, un sonido tranquilizador para el que está resguardado, pero irritante para el que está fuera, mojándose, calándose hasta los huesos, corriendo bajo hirientes pedazos de hielo que le golpean la cara, cabeza, y piernas.
Este fue, el único momento del día en el que pude sentirme relajada... Había descansado, y tenía tiempo para pensar, aunque eso hiciese que me inundase una gran ola de recuerdos...
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- Así que no quieres ser mago...

- Me gustaría hacer algo que no sea tan extraño.- contestó Jack.- Además... es muy difícil...

- Yo creo que se te daría bien.- intervine en la conversación.
Él me miró e hizo una mueca extraña que no supe interpretar.

- Yo quiero saber como protegerme.
Esta vez lo miré yo. ¿Acaso quiere protegerse de mí? Dejé de mirarlo, y posé mi vista sobre mis zapatos.

- Mirana, entiendelo, puedes ser peligrosa.- Bennet habló.

- No he dicho nada.- Jack me agarró la mano, pero yo me aparté.

Estábamos otra vez sobre ruedas, conduciendo por el bosque, que al parecer, Bennet se conocía.
No había tenido el valor suficiente como para explicarles lo que había soñado, ni hacerles preguntas.

- Siempre puedes pedir a un demonio que te de algo de su sangre.

- ¿Y qué pasaría?

- ¿No es obvio? Te convertiría en uno de ellos.- puso una cara como si fuese todo lo obvio del mundo y debiera de saberlo.

- ¿Es peligroso?

- Supongo.- se encogió de hombros.

Jack suspiró.

- ¿No hay más opciones?

- Siempre te queda convertirte en Hunter.- Al ver por el espejo la cara de inocencia de Jack, continuó hablando.- Los Hunters no tienen nada de especial. Han existido desde el inicio de todas las criaturas. No son mágicos, pero lo que les caracteriza es, su valentía, su honor, y su capacidad de amar. Son personas, que sean las razones que sean, permanecen luchando para proteger a las demás etnias mágicas.

- ¿Es que acaso soy mágica?

- ¿No estaba claro?

- ¿Qué debería hacer?

- Aprender a luchar, y a defenderte, tanto psicológicamente como físicamente.

- ¿Protegerse de mí?- pregunté un tanto indignada.

Miré a Jack, el cuál me miraba con pena, yo no había elegido ser así, son simplemente mis genes, así me definen, y, si pudiese lo cambiaría, pero no puedo, no me es posible y lo siento por los que me rodean.

- Mirana, no puedo obligarte a entenderlo, pero deberías.

- Bennet, ¡Yo no soy un peligro!

- Deja de gritarle, Mirana, solo intenta ayudarte.