-¡Jongin la cena se come en la mesa!-
- Lo sé-
-Entonces baja de tu habitación-
-Bien, pero no preguntes nada sobre la escuela- bajó las escaleras para poner el plato sobre la mesa-
-Hablando de eso, ¿Haz hecho algún amigo ya?-
Siempre era lo mismo.
-¡Qué te dije!-
- Bien, bien, pero es que nunca me cuentas nada. Desde que eres niño ni siquiera he visto que traigas un amigo a casa, el otro día vi en uno de estos programas, ¿Cómo era que se llamaba?... el problema de ese niño, me tuvo con un montón de pañuelos, en la oficina, él tenía tu edad...-
-Algún día lo haré madre, tan sólo no me presiones demasiado ¿si?-
-Bien, hijo- me acarició el cabello y luego suspiró- ¿Sabes que tienes una persona aquí si es que tienes un problema, cierto?, no importa lo que hagas, siempre voy a estar para tí-
Lo único cierto era que ella no sabía lo que pasaba cuando era un niño ni mucho menos ahora, no se sentía una víctima de sus compañeros, o a quienes lo miraban extraño ahora, pero tenía un resentimiento guardado en sus pensamientos.
-Cierto- le sonreí-
Giró el tenedor y dió vuelta a los fideos observando unas flores puestas en las mesa.
-¿ Y esas flores?
- Oh, me las entregaron en el trabajo-
-¿Mamá?-
-Ya sabes, he sido una de las más antiguas y me tienen cariño-
-Deberían ascenderte, en vez de regalarte esas flores que se van a marchitar luego-
-¡Jongin!- golpeó mi cabeza- ¡Cuántas veces tengo que decirte que no seas tan insensible! porque continuas actuando de esa manera como si no te importara-
-Siempre he sido así-
-No es cierto-
-Iré arriba , o me quedaré dormido mañana- dejó el plato en el lavavajillas para ir hacia las escaleras-
-¡Vuelve aquí! ¡Deja de evitar todo!-
-Buenas noches-
●●
Se apresuró al ponerse el uniforme y a desayunar, y finalmente fue hacia la puerta.
- ¡Kyungsoo! olvidas tu almuerzo-
-¿Enserio?- revisó su mochila por última vez notando la falta de este- Muchas gracias-
-De nada, recuerda apresurarte o llegaras tarde de nuevo-
- Bien, voy a tratar porque hay un quiosco nuevo y quiero comprar cosas antes-
Su tía Park siempre lo miraba con sorpresa por cada cosa que decía, casi como si se le hubiera quedado el gesto pegado, o al menos eso creía él.
Do kyungsoo era el chico más despistado de todos y no lo era intencionalmente, sólo que siempre se distraía con cualquier cosa. Su padre había sido un veterinario y él tenía intenciones de poder obtener un título universitario también, pero por desgracia sus notas no eran perfectas y eso le estaba preocupando mucho últimamente, siempre que intentaba progresar con los estudios se quedaba dormido o se perdía con la música que escuchaba para 'concentrarse'.
- ¿Jongin?-
El chico pareció no oirlo ya que siguió caminando, así que decidió seguirlo más rápido.
- ¿Si?- giró con fastidio-
-¿Llegas tarde también? ¿quieres pasar al quiosco conmigo?-
-Apenas son las siete-
-¡Qué!- rió fuertemente- mi tía me engañó de nuevo-
Jongin fijó su vista en los labios de su compañero, y decidió que quisiera quitárselos, le pareció molesto tener que ver en vivo y en directo cuáles son los tipos de encantos que funcionan con sus compañeros, además el chico estaba siendo molesto, hablando tantas tonterías.
-Como sea, yo me voy-
- ¡Hey!-
-¿Qué quieres ahora?-
-Yo..solo quería caminar contigo-
- ¿Ah si? ¿Por qué?-
-Porque me caes bien-
El castaño rió ante lo irónico y simplemente caminó como si nada, junto a su peor enemigo hasta la escuela.
A la entrada del instituto habían chicas que los miraban y susurraban, y hasta que se hizo más fuerte Jongin no resistió y con un paso algo extraño se alejó del más bajo.
Kyungsoo lo miró confundido, y se sintió más desdichado, porque no había podido ni siquiera ir a comprar pasteles.
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Dark Skin
FanfictionJongin se siente terrible porque las personas lo juzgan por ser moreno y a Kyungsoo, su compañero, lo halagan sin que tenga una cualidad en especial.