Kim Junmyeon, así se llamaba el tipo que lo iba a hacer reflexionar, y le iba decir lo resentido que era.
Era un psicólogo que según las palabras de Hye soo, valía la pena, y era bastante profesional. Y Jong In decidió confiar porque desde ya una semana, que tenía la cabeza hecha una película dramática con sus pensamientos, con lo que estaba sintiendo, todo junto era rídiculo necesitaba atar todas las ideas, y volver a lo que era antes. Al menos el sujeto este tenía buen gusto porque sus paredes estaban pintadas del color adecuado como para no volverse triste al contar experiencias traumaticas, así que eso tenía sentido.- Toma asiento donde gustes- señaló un par de sillas al costado, y unos sillones, y ya le estaba pareciendo que tenía el mobiliario en su consulta, así que escogió ese sillón naranjo- ¿Qué le trae por aquí Jong In?-
- Uhm... yo tengo algo en el instituto, un problema tonto, pero un problema-
El psicólogo anotó algo en su libreta y Jong In miró de reojo para ver si podía decifrar esa letra tan horrible, Junmyeon lo notó y carraspeo, para que continuara.
- Creo que no puedo superar ciertas cosas de mi infancia, están clavadas en mi mente, sigo odiando y sintiendo como si siguiera allí todo-
El psicólogo asintió y luego de unos minutos de silencio que uso Jong In para pensar en que decir, habló.
- ¿Qué hicieron? ¿puede contarme?-
- Yo...me sentía tan culpable por no poder agradar a mis compañeros, no entendía hasta que fue hora de entrar a primaria-
Cada vez que hablaba, su garganta se apretaba, no era nada fuera de lo común, ya que esto siempre sucedía cuando contaba el asunto, sin tener idea de porque lo estaba haciendo con un desconocido.
Junmyeon desprendía una aura casi maternal, era algo insólito pero real, se sentía confiado en él, como si se conocieran de mucho antes.-Ellos jugaban alrededor de mí, pero nunca me invitaban, incluso oí algunas madres quejarse de la llegada de extranjeros en frente de mí, era un niño me gustaba tener amigos, así que cuando se acercó Sehun creí que lo hacía por lástima, pero aún así lo aprecie hasta que llegó el primer golpe-
- ¿Te lo merecías?-
Jong In suspiró, porque esa pregunta se la había planteado su profesora, cuando fue a reportar la herida por parte de Sehun.
- No, él...tenía un odio extraño a mi color de piel, y yo era demasiado tímido, retraído, torpe como para hacerle algo-
El psicólogo arregló su bata, y observó minuciosamente a su paciente, pero no encontró nada más que un joven agraciado justo enfrente suyo.
- ¿Hay algo más aparte que se haya metido con su apariencia? ¿Jong In?-
Estaba dubitativo, sin embargo, si no lograba soltar las palabras ahora, iba a ser un intento fallido toda la ayuda que Hye soo le dio.
●●
Sehun tenía algunas gotas flotando en su cabello y Kyungsoo lo miró desaprovatoriamente, mientras buscaba una toalla en el baño, luego se la tendió, pero él no la aceptó, y hizo una mueca de disgusto.
Kyungsoo rodó los ojos con falsa irritabilidad situándose detrás del menor.-Sientate-
Sehun hizo lo que se le ordenó y despreocupadamente dejó que su amigo secara su cabello.
Kyungsoo no lo sabía porque Sehun nunca se lo había dicho, pero cuando estaba en Australia, y prácticamente en todo Oceanía, no podía lograr pensar en otra cosa que no fuera él. Había tenido ocho años, y su personalidad había sido resultado de la llegada de su madrastra, mientras que Baekhyun era un amigo que sabía como animarlo, Kyungsoo significaba para él, el color en su vida.
Dejó que esos pensamientos se instalaran en su cabeza, aún sintiendo como su cabello era secado cuidadosamente.
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Dark Skin
FanfictionJongin se siente terrible porque las personas lo juzgan por ser moreno y a Kyungsoo, su compañero, lo halagan sin que tenga una cualidad en especial.