Capítulo 10

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Kungsoo está leyendo en voz alta:

-Lo que es bueno no se olvida nunca; yo nunca me olvidaré de ti

"al decirlo sumergía tu mirada en mis ojos, como si quisieras fijar dentro de ti para siempre mi imagen. Y al sentir cómo me penetraba aquella mirada que buscaba dentro de mí, que absorbía todo mi ser, creí que se había desgarrado el velo que te impedía ver."¡Ahora me reconocerá, me reconocerá!"; toda mi alma temblaba en ese pensamiento. "Pero no me conociste. No, no me reconociste; nunca te había sido más extraña que en aquel momento, pues de otro modo...de otro modo no hubieses hecho lo que hiciste minutos después.

Jongin lo observaba un poco mucho, mirando sus facciones, y pensando en lo del día anterior, ¿cómo puede actuar tan natural luego de lo que le ha confesado?, ¿será que habrá cambiado de opinión?, bueno mejor que sea así, se aseguró, yo nunca saldría con un chico como él.

Recorrió indiferentemente los libros de la biblioteca, mientras escuchaba la voz del bajito.

Y de repente tuvo la necesidad de girar la vista con curiosidad hacía esas pestañas tontas, que tenía el chico, notó que movía las pestañas muy rápido, casi como si estuviera sincronizando lo que decía con ellas mientras que sus ojos iban de lado a lado, y sus manos moviendo las hojas hábilmente. Estaba tan ocupado con eso, que se sorprendió mucho cuando el pelinegro lo miró desconfiado y acusador.

-¿Qué sucede?-

-Uhm... nada, solo pensaba en el libro, la protagonista es algo estúpida- el pelinegro funció el ceño- quiero decir,¿quién es tan cobarde como para no confesar sus sentimientos directamente?-

-Bueno, es fácil decirlo, quizás este libro no trata de un loco amor de verano, ella espera mucho más de él, y él es el estúpido de la historia ¿no?-

Jongin rió fuerte y olvidó lo extraño que se sentía en la mañana

Kyungsoo rodó los ojos un poco serio y centró de nuevo su vista a la lectura, iba a comenzar a hablar, pero el moreno volvió a interrumpirlo, esta vez con una tos, y luego otra, otra y otra.

Sus enormes ojos, se apartaron del libro y observaron al chico, quien estaba rojo hasta el cuello, con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Jongin?- preguntó nervioso-

Al no obtener respuesta, lo único que se le ocurrió fue entregarle una de las aguas en botella que tenía dentro de su mochila, estaba muy preocupado y su corazón parecía el de un colibri.

500

1000

2000

latidos por minuto.

¡Dios! ya se estaba poniendo cursi.

El castaño estaba apoyado en una de las mesas inclinado, mientras tomaba agua de a poco, el pelinegro estaba a su lado, tratando de respirar, mientras trataba de calmarse y no llamar a una ambulancia, a veces era tan exagerado, que hasta Baekhyun le decía que era molesto.

-G-gracias-

Kyungsoo le sonrió aún preocupado, y aprovechándose un poco de la situación, puso sus manos en la espalda de Jongin para empezar a sobarla.

-¿Te encuentras bien? ¡Creí que ibas a morir! ¿deberíamos ir a la enfermería?- de repente se sonrojó un poco- ¿o a mi casa?, podríamos hacer que durmieras en una de las habitaciones, y luego llegaría un doctor, y revisaría tus pulmones, tus signos vitales y...-

El moreno frunció el ceño, sonriendo un poco.

-Oye tranquilo, sólo me ahogué un poco ¿por qué eres tan dramático?- agitó el pelo del chico- cabeza hueca-

El chico apartó sus manos con un poco de enojo. Jongin agarró el libro que tenía Kyungsoo en su lado de la mesa. Y puso voz dramática, cómo si fuera a leer algo triste.

-Su cabello negro, ojos gigantes y piel de algodón feo, eran indiferentes, a su majestad, Kim Jung, el rey, notaba la persistencia de aquel chico en acercarse a él, todas aquellas palabras cursis que murmuraba mientras se cubría con una de sus bufandas de plebeyo,eran como poesía para la mayoría del pueblo de Baekje. Pero para Jung eran tan solo mentiras, él creía que escucharlo era una perdida de tiempo.

Él sólo creyó un poco en sus palabras, cuando comenzó a fruncir el ceño cada vez que estaba en desacuerdo con él, y aún más cuando él muchacho este, se le acercó para impedir que tomará una taza de té envenenada. Jung quería agradecercelo, pero él chico tenía labios tan feos, que sentía dudoso de querer tocarlos siquiera.

El pelinegro se sonrojó ante la mirada de Jongin, y éste le sonrió de manera encantadora.

-E-eso no está en el libro-

-¿Quién lo dice?, ¿Cómo sabes eso? Ni siquiera lo has leído bien-apuntó directamente las hojas y comenzó a buscar entre ellas- ¡Ah! aquí está-

-¿Qué?-

-El rey iba a permitir, que aquel plebeyo limpiara su palacio, por el resto del semestre, a partir de Junio-Diciembre-

-¡Pero que idiota!- Kyungsoo gritó enojado, mientras se acercaba a Jongin para golpearlo

-¿Y por qué te enojas conmigo? ¡No es mi culpa!- Jongin se movió lo suficiente como para no sufrir ningún daño físico.

Comenzó a reir, mientras trataba lo más posible de alejarse del más bajo.

-Porque el Rey Jung, de seguro era guapo igual que tú, y si me hubieras besado...-

Extrañamente Jongin sonrió en vez de sentirse ofendido, un beso de Kyungsoo, de pronto en su mente no parecía tan desagradable.

Dark SkinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora