Zara ha vivido desde los 8 años con su familia adoptiva, no recuerda nada de su pasado, pero este pronto vendrá a buscar venganza, le han ocultado lo que realmente es pero esto no la detendrá, que su mate sea un Alfa sera el menor de sus problemas¿s...
-Pero no tengo ropa para salir de compras ni menos para montar una motocicleta
-A mí me pareces hermosa como estas
Me cruce de brazos y alce una ceja
-¿Quieres que conduzca al centro comercial con este vestido que con solo sentarme se reduce a la mitad de corto de lo que es?
Su expresión cambio radicalmente, mi inspecciono como si su vida dependiera de ello
-Tienes razón no saldrás así
-Entonces......
Se notaba pensativo, movía su pie derecho de arriba abajo como si bailara tap ¿bailara tap?, ya estaba empezando a preocuparme cuando en eso su mano sobre la mía me trae a la realidad
-Ven conmigo
Asentí y lo seguí, Luke corría y yo trataba de seguirle el paso, pero me tropezaba en cada esquina que doblaba con un mueble, ¿cuantos pasillos tiene esta casa? Solo espero que mis pies salgan intactos ya que no pude ponerme zapatos, malditos zapatos de tacón.
-Aquí es- su voz mostraba algo de emoción aunque seguía con el movimiento del pie, estaba nervioso eso se podía notar desde lejos
-Esto es una puerta Luke
-Lo sé, solo ábrela quieres
-Está bien –resople
Abrí y la puerta, una habitación pero no cualquier habitación, era espectacular ni la que me había dado Luke se podía comparar con esta, las paredes tenían tonos como los de una perla, no pensé que podían existir camas tan grandes hasta que veo esta, de las cuatro esquinas se levantaban pequeños fierros color oro hasta el techo desde donde se desprendían pedazos de seda hasta el respaldo, al lado derecho de la habitación habían 3 puertas y en el lado izquierdo un ventanal enorme donde se podía observar un balcón con flores y una mecedora, los muebles tenían un delicado color oro envejecido, creo que acabo de morir y estas son las puertas del cielo.
-San Pedro ¿estás ahí?
Luke reía a carcajadas, no pude evitar contagiarme con su risa
-No has muerto, y no lo harás nunca, ni siquiera el cielo se merece alguien como tu
Mis mejillas se sonrojaban, me gustaba que dijera cosas así
-¿Qué es este lugar?
-Es una habitación, era ...-soltó aire - de mis padres antes de morir
Mis ojos se abrieron como platos
-Lo siento mucho, debería decirte que se lo que se siente, pero no recuerdo haber sentido dolor y si lo sentí Molly y Will no tardaron en llenar el sentimiento con amor – lo abrace tan fuerte como daban mis brazos
-No te preocupes estoy bien, ha pasado tiempo, ahora necesito que te cambies
-¿Cambiarme?- me separe al instante
-Sígueme – entramos a la primera, puerta era una pieza para guardar ropa ¿Qué? ¿Quién en su sano juicio tiene tantas cosas? Estantes blancos por todos lados que sostenían carteras, tacones, zapatillas, zapatos, accesorios, hasta sillones un mini bar y espejos, colgadores llenos de vestidos, trajes, faldas, poleras, esto era una tienda, no corrijo esto era el centro comercial.
-¿Por qué trajiste el centro comercial a tu casa?
El reía a carcajadas y yo estaba atónita
-Es el armario... Era el armario de mi madre, nada ha cambiado en esta habitación desde el día que murieron, pero tú necesitas cambiarte y sé que ella estaría feliz de prestarte algo de ropa para salir
-No creo que deba- pregunte nerviosa
-Créeme estaría feliz, ¿la harías feliz?
Como decirle que no a la hipotética creencia de su madre feliz por prestarme una sudadera
-Sí, eso creo- la inseguridad de mi voz era notable
-Cámbiate, nos vemos aquí en dos horas, te amo mi amor
Mi cara lo decía todo, porque no sabía que decir y la suya cambio de estar feliz a poner una mueca incomoda simulando una sonrisa, con sus manos tomo mi cara y alzo mi barbilla
-No te sientas mal de no responder ahora, sé que voy muy rápido pero esta noche entenderás todo, nos vemos luego.
Salió de la habitación dejándome en este mar de ropa, si hubiese estado en casa ¿Qué me hubiese puesto? Pienso y miro por todos lados, wow su madre tenía buen gusto, hasta había ropa con etiquetas, termine cogiendo botas blancas, pantalones negros, un suéter blanco tejido y una chaqueta de mezclilla.
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Salí de la habitación pero entrar en la principal pero no estaba sola
-¿Quién eres tú y que haces con la ropa de mamá?
Un niño que me llegaba un poco más arriba de la cintura estaba frente a mí con el ceño fruncido
-Ho..hola soy Zara un placer conocerte
Me pongo a su altura y le estiro la mano para saludarlo, pero para mi sorpresa se cruza de brazos, así que decido retirar mi mano
-Soy Sam y no es un placer para mí – este niño hablaba en serio, pero ¿podría ser el hermano de Luke?
-Está bien Sam, perdóname si te incomodo que me pusiera esta ropa, yo tampoco lo encontré correcto pero tu hermano insistió, si me das la mano prometo que apenas pueda conseguir otra, la dejare en su lugar como estaba antes.
-Pero ya la usaste y yo lo sabré, no hay trato
Sus ojos verdes ya se volvían más oscuros, creo que va a explotar de enojo y yo no sé qué hacer, nunca he tenido hermanos, ni primos ni muchos amigos, estoy perdida
-Se quién eres niña – como puede hablar así ¿Cuántos años tiene?
-¿Quién soy?
-Todos saben quién eres, la Mate de mi hermano, quizás él este feliz contigo pero yo no, no te lo robaras para ti, y tampoco reemplazaras a mamá
De sus ojos corrían lágrimas, sentía una pena inmensa pero no sabía que decirle, tampoco me dejaba acercarme a él, no podía abrazarlo, corrí el riesgo y lo abrace rápidamente antes que pudiera escapar
-¡Sueltame! ¿Qué haces?-gritaba
-No te soltare hasta que me escuches
-Me falta.. el...el..- Me separe bruscamente de el
-¿Qué ocurre?-estaba asustada
-Crédula
Fue lo que alcance a oír cuando salió corriendo de la habitación, había sobrevivido a mi primer encuentro con el que al parecer es el hermano de Luke del que no tenía idea.