-Elsa-
Meredith hacía los quehaceres y sus tareas con normalidad, pero cuando se le cayó una taza supe que por dentro el miedo la carcomía.
-Lo siento tía.
-Siempre cometes los mismos errores, que lástima tolerarte- Dijo en un tono indiferente.
No dije nada.Cenamos y fui a mi habitación, todas la luces se apagaron inmediatamente.
(...)
-Meredith-
Es hora de irme...
Tome la mochila y la lanze por la ventana esperando que se quedara atorada entre las ramas del árbol.Me sentía valiente y aliviada así que cuando me disponía a bajar, escuché un grito proveniente de abajo.
-¡Auch!
Me asome lentamente y mi mochila no estaba en el árbol.
Y ahora, ¿Qué salió mal?
Cogí la linterna de la mesita de noche y alumbre, para ser las 9:15pm un idiota estaba lastimado por haber dormido bajo el árbol.
No aguanté más y rompí en risas...
-¿Quién anda ahí?-era una voz masculina.
-Déjeme bajar por favor, no haga ruido y le explicaré todo.Esas palabras mías me parecían patéticas pero era la única opción que tenía.
De pronto percibí el sonido pasos por la casa, de seguro mi tía acaba de despertarse por el grito de éste individuo.
Baje a toda prisa luego de cerrar la puerta de la habitación con llave.
Al estar en la completa oscuridad no pude ver bien y al caer tropecé.
-¿Te encuentras bien?- Susurró el desconocido.
-Silencio- Le tapé la boca.(...)
-Elsa-
Y ahora qué...
Ya ni siquiera puedo conciliar el sueño.
Fui por un vaso de agua y volví a mi recámara, a dormir.(....)
-Dame mi mochila- replique con voz autoritaria pero a volumen bajo.
-¿A qué niña se le ocurre lanzar una mochila en medio de la noche, y sobre todo a una persona?
-No puedo perder el tiempo, tengo que irme.Ya me estaba irritando por ese reproche.
-Soy Bradd, vivo a dos casas de aquí,y siempre recurro a este árbol cuando estoy desesperado...
-Nunca te pregunté- Tome mi mochila e intente correr pero mi tobillo adolorido me hizo caer de bruces al césped.Las lágrimas brotaron de mis ojos, pero me las sequé para que Prad o como se llame no las vea, aunque no las vería, todo está oscuro.
-Ey...
El dolor se intensificó y no podía caminar, no puedo expresar éste dolor a través de palabras.
Me sentía cansada y antes de que todo se pusiera oscuro le dije:
-Ayúdame Prad.

ESTÁS LEYENDO
Los monstruos que viven dentro de nosotros.
Misterio / Suspenso-No le puedes temer a algo que ya conoces Meredith-dijo tía Elsa-. Sólo se teme a lo desconocido. -Pero tía, yo conocía a mis padres... ¿Dónde están? - Me quedo pensativa con ganas de gritar pero optó por callarme. -Esos son problemas de adultos, no...