-Bradd-
Me inyectaron algo en el brazo y de pronto sentía unas profundas ganas de dormir.
Estaba tan cansado ahora, y sólo quería verla...
''Cuando las hojas de otoño caen
Cuando la brisa del viento pasa
Me trae recuerdos dolorosos
Amigo, sólo quiero verte sonreír
Quiero que mi corazón vaya al igual con tu sonrisa... ''
Nunca olvidé esa canción... Nunca te olvidé.
-Meredith-
Quién rayos llama a estas horas...
Estaba teniendo un pacífico sueño.
Es un número desconocido, aclaró mi garganta y presionó: contestar.
-Hablan del hospital Line, av. 79.
-Diga...
-El paciente Bradd Jhonson tuvo un ataque de nervios, disculpe que le hayamos aplicado calmantes sin su permiso, pero debe de ve...
-¿El está bien? -Digo en un hilo de voz...
-Si venga cuanto antes. Adiós.
(Fin de la llamada)
Agarro mi mochila y me preparó para salir, pero antes me lavó la cara, parezco una sobreviviente del apocalipsis zombie.
El hospital esta a muchas cuadras y decido ir en taxi. De pronto notó la luz de la habitación de mi tía encendida, le resté importancia.
Llegamos, llegué al hospital.
Entré y algunos enfermeros me miraron raro. Ya sé, no es como que está cara sea de modelo.
Es más bien de una mujer que se amanece viendo a su bebé.
En el centro de atenciones dije:
Meredith Rozel. Busco a Bradd Jhonson.
El terminalista sin mirarme me dijo: eres su novia verdad... Bueno habitación 105, cuarto piso.
-Bien... Gracias - Dije y ni siquiera lo miré.
Bueno algo debe de servir la clase de física, a subir Meredith.
Llegué al cuarto piso casi sin oxígeno...
No sé, el personal de seguridad no me dejo entrar al cuarto piso con la mochila, así que la camufle en mi barriga. Una enfermera me vio y sacudió la cabeza. Otra se acercó a mí y me dijo: Joven las gestantes no pueden ingresar.
Estas cosas sólo me pasan a mi...
-No lo soy, sólo no seguí la dieta - Le respondí.
Ella se río mucho...
Jaja pensé.
A estas horas no hay visita, única vez de excepción -Dijo la enfermera.
Si que le gusta hablar.
Pasé, y lo vi. Aún dormido. Acaricié su rostro y...
-Bradd-
Sentí la puerta abrirse pero no quería abrir mis ojos. De pronto el cuarto se inundó del característico olor a canela y naranja.
Ella.
Acarició mi rostro, supe que era ese amor que a mi volvió.
Sin importarme algo, la jale de la parte inferior de la camiseta y su rostro cayó frente al mío, fue cuando cometí el pecado y se cumplió mi deseo de besarla.
Mi ángel...
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Los monstruos que viven dentro de nosotros.
Misterio / Suspenso-No le puedes temer a algo que ya conoces Meredith-dijo tía Elsa-. Sólo se teme a lo desconocido. -Pero tía, yo conocía a mis padres... ¿Dónde están? - Me quedo pensativa con ganas de gritar pero optó por callarme. -Esos son problemas de adultos, no...
