No hay edad para los celos.

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-sin duda alguna esa semana había sido hasta ahora la mejor de su vida, tanto para el alfa como para el omega que ahora al lado del mayor no dejaba de lamer y besar su cuello, gesto que el peliverde aceptaba con gusto, hinchando su orgullo al ver como las miradas de los "malos tercios" se quedaban en su adoración rubia. Incluso se tomó la atribución de sentar al menor en su regazo. Frotando su espalda baja un tanto cuando se tenía la oportunidad, pero es que su pudor y auto control le valía un carajo desde ayer en la noche, después de copular con su menor, seguro que su celo llegaría pronto... mierda, NO SABIA COMO REACIONARIA A SU CELO ,debería de tener cuidado de no preñarlo 'pues el rubio era muy joven, sí, eso era normal, cuidarse pero incluso su parte humana que era la "racional" clamaba por tener un cachorrito que fuera como su amado, revoloteando encima de el cómo su papi omega y llamándole "papacchi", el pensar a su pareja con una gran barriga, abochornado y con las piernas abiertas seguro seria la gloria tener esa vista, segu. – Midorimacchi esta duro. – ese susurro sin lugar a dudas le saco de sus pensamientos y clavo su vista en la del menor, esta brillaba, su zorro estaba asomándose, eso y la sonrisa que le dio le basto para cargarlo como princesa, encargar al botón su equipaje y volver sobre sus pasos, no le importaba pagar cargos extras, en cuarenta minutos llegaría su transporte y con eso era más que suficiente para empotrarlo contra la paredes que le falto de aquella estancia.-

------------AL DIA SIGUIENTE ----------

-estaba agotadísimo y lo que le sigue, pero no se quejaría pues amaba a su alfa y no mentiría, la espera de esos tres años valió la pena, el haberle dado su virginidad a su Midorimacchi fue una de sus mejores elecciones en su corta vida, aun que en veces pensaba que el mayor no tenía llene, la muestra era que estaba sentado sobre dos cojines mientras terminaban de peinarlo.-

Ryo-chan, te vez tan apuesto últimamente, incluso tu piel es más suave y brillante...- la estilista que acomodaba su cabello solo rio, ella al estar ya emparejada sabia el porqué de ello, era obvio, a decir verdad, el rubio se cargaba un fuerte aroma que no era el suyo, seguro su alfa era de nivel alto y no se esperaría menos del omega pues era igual de alto nivel y era precioso el condenado. Una vez terminaron con su maquillaje leve y vestuario que consistía en unos pantalones blancos jodidamente ajustados, una camisa verde tres cuartos. Un saco sin mangas negro y zapatos de color igual eran su combinación, con un partido al lado derecho. Ahora que su asistente se fijaba el cuerpo del rubio no era igual al de antes, tenía cambios, no exagerados pero los tenia y eran sus caderas más redondeadas, estaba más delgado e incluso su pecho se veía mas hinchado, esos cambios eran en los omegas cuyo cuerpo ya podría albergar en cualquier celo próximo un cachorro en su vientre, no le era justo a ella que veía al modelo como su cachorro, lo conocía de años. - Crecen tan rápido. – fue lo único que susurro al ver al zorro caminar con toda la actitud y seguridad del mundo al set donde daría la primera entrevista de la semana, sonreía a todos los que veía, él estaba radiante, el ser un "omega adulto" como él decía le había cambiado, ahora que se sabía y sentía tanto amado como deseado le daba más seguridad a sí mismo y le encantaba sentirse el centro del mundo de su hombre, eso era algo inexplicable, pero le encantaba porque sabía que era único para su amado. Con ese pensar llego a su destino y se acomodó en el sofá dando así lugar a la entrevista pocos momentos después. –

-Midorima tenía su receso de media hora y ahora se encontraba comiendo el desayuno que le había mandado el rubio, ¡oh¡, si, su rubio tenía una entrevista y el prometió verlo, haciendo memoria del canal que era puso el mismo en la habitación que colgaba a contra esquina de su escritorio. Había comenzado hace unos minutos, pero su dulce omega le perdonaría porque estaba trabajando, con ese pensar y disfrutando de su plato alzo la vista de nuevo pues la había bajado para guardar sus documentos de consulta y no mancharlos, aun así gruño tan fuerte que todos los omegas que estaban cerca, betas y alfas de bajo o medio nivel se pusieron a chillar asustados (en el caso de los primeros) y otros se pusieron alerta (los segundos y terceros). Estaba que ardía de celos y enojo, frente a él, en el set donde estaba su rubio grabando ahora aparecía su antiguo, conocido pretendiente y ex prometido de su omega , el estúpido de su "sempai", no, no lo iba a soportar y menos por ver como su pareja palideció al verlo y el otro se ensanchaba al ver al kitsune incomodo removiéndose incomodo en el sofá.

Hogar, dulce hogar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora