M.Rosa: ¿Qué sucede aquí?--preguntó acercándose a mí y a la otra monja.
XxxX: no quiere comer--intervinó una chica que estaba sentada a mi costado.
________: nadie pidió tu opinión metiche entrometida.--respondí ruda.
M.Rosa: ¡No le hables así! Muestra respeto por tu hermana.--ordenó severa.
________: disculpa... ¿mi hermana?--pregunté indignada.
M.Rosa: así es, aquí todas son hermanas, lo quieras o no.--dijo y reí con ironía
________: muéstrame una prueba de ADN o un papel legal que diga que ésta de aquí es mi hermana--pedí--si no lo haces, pues no es mi hermana.--no respondió a eso.
M.Rosa: ¿Por qué no comes?
________: porque no quiero, porque está horrible--respondí.
M.Rosa: en el mundo hay tantas personas pobres que darían todo por este plato de comida, ¿y tú te das el lujo de despreciar la comida que se te sirve?--preguntó ofendida.
________: no tengo problema con llevarle este plato y los próximos a una persona pobre... claramente no soy una persona que merece esto, mejor se lo damos a alguien que sí--respondí y suspiró, hacerla perder la paciencia no sería tan dificil.
M.Rosa: no te pararás de aquí hasta que no termines--dijo y me acomodé en mi asiento descaradamente, me crucé de brazos y la miré desafiante.
________: estar sentada por un largo rato no me hará daño, a lo mucho me quitará las pocas nalgas que tengo, pero nada que no se pueda recuperar y mejorar en el gimnasio.--dije y me miró con odio.
M.Rosa: mira mocosa estúpida, ¿a caso crees que siendo malcriada vas a hacer que te botemos de aquí? No eres la más rebelde que hemos tenido aquí, ese comportamiento se corregirá... tienes hasta las dos en punto para terminar de comer--indicó.
________: ¿Y si no lo hago, qué? ¿Me perderé las clases? ¡Ay no!--dije con sarcasmo.
M.Rosa: oh sí, te las perderás porque pasarás el resto de la tarde y la noche entera en la habitación de castigo--dijo y solo hice una mueca.
________: al menos no tendré que compartir habitación con otras--sonreí y alejé el plato de mí, ella se fue y yo solo me quedé sentada ahí, las demás chicas que estaban ahí me miraban con cara de "te va a ir mal" pero la verdad me valía verga.
Llegaron las dos de la tarde, todas se levantaron y dejaron sus platos en una mesa a parte, yo ni me molesté en pararme. A los segundos, la monja odiosa estaba al lado de un hombre que parecía vivir de los esteroides, lo miré con cierta cara de asco.
M.Rosa: es ella--me señaló--llévatela--dijo y él se acercó a mí y de un solo tirón de mi brazo, me puso de pie.
________: ¡Oye! Puedo pararme sola y caminar sola, a parte que no tienes derecho a poner ni un solo dedo en mí--aclaré safando mi brazo de su agarre.
M.Rosa: Pablo, ella es la señorita _______(tn) _______(TA), ________, él es Pablo, el encargado de la habitación de castigo... era necesario presentarlos, tengo el presentimiento que se veran muy seguido... ahora llévatela--ordenó y quiso tomar de mi brazo nuevamente, evité eso y solo lo seguí, me llevó por algunos pasadizos, subimos hasta el último piso del lugar, parecía una torre, como en la que Fiona está atrapada, abrió una puerta y ahí había una habitación muy pequeña, a las justas entraba una cama que por cierto solo tenía una manta delgada, ¿Cómo carajos esperan que pase una noche aquí? ¡Esta helando y ni siquiera es de noche!