SUEÑOS ROTOS

CAPITULO 2

La pelinegra se encontraba en la terraza de su casa con la mente perdida en aquel chico que había visto horas atrás en el teatro, no entendía lo que pasaba por lo que estaba incomoda y molesta por lo que ese chico la había hecho sentir.

Minutos después y luego de llamar a Bruno, quien junto al jardinero la ayudaron a bajar, se dirigió a la sala de estar donde estaba su madre junto su madrina Antonieta y su hija y mejor amiga de la pelinegra Amara.

Lucia soltó un suspiro debido a que si hubiese sabido que su madre no estaba sola no hubiera bajado, por el simple motivo de que hasta de su gran amiga y casi hermana ella se había alejado porque no quería que nadie sintiera lastima por ella.

- ¡Luci!- gritó Amara abrazando a su amiga.

- Mara, ¿Cómo estás?- respondió la pelinegra correspondiendo el abrazo con bastante fuerza debido al tiempo que tenia sin verla.

- Extrañándote, el colegio no es lo mismo sin ti- confesó la chica.

- Pues ya ni mi vida es la misma- respondió bajando la mirada.

- Lucia hija...

- Me encantó verte- expresó Lucia ignorando a su madre- iré a terminar unas actividades que debo entregarle a mi profesor mañana- dijo poniendo en marcha su silla.

- Estamos hablando de la obra, ¿No te quieres quedar para opinar?- le preguntó su madre.

- Realmente...- Lucia se voltea y mira a las tres mujeres presentes- la obra esta perfecta, lo único que te podría criticar es que hayas puesto a la víbora Agathon de protagonista y no a Mara- enfatiza la pelinegra.

Antonieta y su hija miran la escena aguantando la risa por las palabras de la chica, mientras Merlina la mira de forma reprobatoria.

- Lucia, no la llames así, eso no se hace- regañó Merlina.

- ¿Dije víbora? ¡Ups! Quise decir Devora- aclaró Lucia mostrando una sonrisa de inocencia- bueno, me retiro adiós.

- ¡Luci!- llamó Amara saliendo detrás de ella- ¿Podría volver?- preguntó en un susurro.

Lucia aun de espaldas soltó un suspiro y escapándose una sonrisa se permitió tener de vuelta a su mejor amiga.

- ¿Me quieres acompañar? Y así me ayudas- expresó.

- ¡Si!- gritó Amara mientras corria y se sentó rápidamente en las piernas de su amiga.

- ¿Qué haces?- preguntó la pelinegra sorprendida por lo que hizo su amiga.

- ¿Supongo que iremos a hacer las actividades al jardín no?- preguntó de vuelta Mara.

- Eh... si, así es- respondió Lucia.

- Bueno, esta muy lejos, esta casa es grande y me da flojera caminar- expreso la morena.

- De acuerdo- alegó Lucia soltando una risita por la locura de su amiga y poniendo de nuevo su silla en marcha.

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- ¿Cómo te preparas para la obra de teatro?- preguntó Lucia mientras tomaban un descanso de sus actividades.

- Nerviosa, sabes como soy, pero tengo confianza que lo haré bien- responde la morena.

- Estoy segura de que si, sabes lo gran actriz que eres- responde la pelinegra.

- Si, y la obra en general va bien, pero fueramos más adelantados si no fuera por Devora- confesó Amara.

- Si, ayer me di cuenta- respondió Lucia.