III: Zenaku Uchiha y Kalem Senju

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HEREDEROS DE SANGRE

Capítulo III: Zenaku Uchiha Y Kalem Senju.

SnowPoint en Sinooh es famoso por sus nevados, el cristalino paisaje blanco que decoraba la nieve en el monte más alto del sitio, atractivo para esquiadores, entusiastas de los deportes extremos y curiosos sobre los mitos, aunque eso no atrae a 2 personas que caminan en la misma dirección pero viniendo de caminos distintos

Zenaku Uchiha a abandonado Pueblo Paleta en Kanto hace 6 años en busca de pistas sobre un enemigo extremadamente poderoso, y Kalem Senju desde el mismo sitio ha venido en busca de detener el surgimiento o liberación del temido Dahaka, seguidos de un Raichu y un fennekin respectivamente, caminan por la nieve, sus linajes claman por una batalla contra el mal, instintivamente caminan hasta la entrada a un templo, que ingresa en la montaña pero no se ven, Zenaku estaba en la entrada norte, y Kalem en la sur, al parecer había varias formas de entrar

Zenaku vestía una camisa negra dentro de una casaca para el frio roja de lana por dentro, con pantalones de cuero y botas rojas tenía su cabello alborotado, como su bisabuelo Madara pero solo estaba hasta la nuca sin extenderse como el de su antecesor. Su ojos eran entre café y negro, con z en las mejillas pequeñas, su cara era larga y seria, su ojo derecho estaba levemente tapado por su cabello, para estar en 26 años lucía alguien algo mayor de tez morena.

-¿sientes eso Raichu?- preguntó Zenaku a su fiel compañero mientras sacaba su katana ante el frío al ingresar a la cueva, que le corroía los huesos y susurraba cosas indescriptibles, pero Zenaku había visto y vivido muchas cosas, no dejó mas que escapar una sonrisa ladeada al saber que cuando acabe con eso volvería a casa con Delia y su hijo Ashton.

-Rai (con cuidado Zen)- Raichu se dispuso a ingresar pero la mano de su entrenador y amigo le detuvo

-Raichu, debes volver a tu pokebola, el Dahaka sabe el arte de la ilusión y el tiempo, es alguien que ningún pokemon puede enfrentar.- y Zenaku le enseño una pokebola normal, la cual resignado Raichu tocó para volver.

Al otro lado, en la entrada de una gran cueva donde las estalactitas dejan caer gotas de agua, ya congelada en el suelo y convertida en cristal, se ve a un hombre de cabello negro con ojos azules, su tez blanca resaltaba entre su capucha negra, dentro de eso una camisa blanca y botas de cuero con pantalones cargo, seguido de un fennekin macho se detuvieron al escuchar ese sonido susurrante como conjuro que helaba la piel desde adentro, Senju Kalem miró detenidamente pero la oscuridad impedía ver mas adelante

-Fennekin, el Dahaka es alguien peligroso, inclusive para un pokemon, debes volver a tu pokeball, ¿entendido?- y le enseñó una amigo ball naranja a la cual asintió Fennekin y volvió.

La cueva en si era una fachada pues se extendía varios kilómetros dentro de la montaña, hasta donde se cortaba abruptamente, una pared grande rocas detenía a cualquiera y parecía natural, como si allí acabara la montaña, por consiguiente muchos se devolvían decepcionados de que la cueva acabe allí, pero Zenaku al tocarla y enviar una leve pulsación de Aura, escuchó con sus desarrollados oídos un hueco, cual cascarón que tapa la entrada a algo mayor, con esa premisa dedujo que la entrada debía o bien estar sellada o bien debía ser destruida.

Zenaku cerro sus parpados y al abrirlos una estrella de 3 puntas con la punta mayor hacia abajo, conocido como Mangekyou Eternal Sharingan en su forma, Zenaku abrió su palma y de ella empezó a emanar rayos amarillos, Zenaku impactó su palma abierta y como dedujo se agrietó la entrada revelando una puerta, la cual abrió.

Por su lado, Kalem llego a los mismo, una pared de roca tapada, con lo cual su deducción fue la misma, pero a diferencia del Uchiha, el Senju uso su aura en su linaje, generando el arte sabio, lo cual le cubrió los ojos como un mapache con líneas espirales en sus mejillas y una cruz en su pupila, que se dilato en color café de lo que eran azules.

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