Prólogo

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En lo mas desierto de un pueblo, es donde la historia comienza, en la edad media... ¿Sabes que causo él inicio de esta historia sin final?

«¡Responde!». Fue lo único que se pudo escuchar en aquel cuarto oscuro como la misma noche.

Un hombre abrazaba el cuerpo de una joven de unos 12 a 15 años de edad, su piel estaba pálida y su cabello largo rubio manchado de sangre, sus párpados cerrados, jamás nadie volvería a ver los hermosos ojos verdes esmeraldas de aquella doncella, ese hombre se aferraba al cuerpo de la mujer que alguna vez amo, solo cuatro personas eran testigo de ello y observaban en silencio, todos se encontraban tristes al perder aquel ser tan importante, tan preciada para ellos ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué siempre debe haber un sacrificio?.

Gritos y llantos de aquel hombre se escuchaba en él lugar, ninguno sabia que decir, habían derrotado al enemigo, pero no podían festejar habían perdido a uno de sus integrantes, ellos eran magos por lo cual creían que su deber era proteger a los demás... Pero los demás no pensaban así, todos tenían un objetivo destruir a los que quieren destruirlos ha ellos, La gente en aquel entonces mataban a los seres con magia... La única que podía mantener él balance, la mujer que amaba él mago más poderoso, la mujer que había muerto. Nadie podía consolarlo, no sabían que decirle, ¿Palabras de aliento? No eso era inútil.

-Amo, Dejala ya... Ella no volverá -. Dijo con tristeza uno de los observadores, él era en guardián de aquel mago, pero él mago no respondió y se aferro más al cuerpo de su amada.

-Yamir, Serena, Meital, Larry...-. Dijo él mago en susurro con su voz quebrada, se separo un poco de su amada sin soltarla y miro a sus acompañantes, yamir él que antes había hablado, solo miro con atención a su amo. -¿Por qué...Por qué ella?-. Nadie supo responderle.

-Mi maestra ha muerto ¿Pero ve que me aferro al cuerpo como usted? ¿A ella le gustaría verle así?-. Dijo con voz quebrada serena con lágrimas en sus ojos, su cabello rojo como el fuego, sus ojos color rosas y rojos por evitar soltar aquellas lagrimas, su tersa piel blanca. Trataba de mantenerse firme en lo que decía, aun cuando también deseaba aferrarse al cuerpo de su creadora.

-Erick será mejor volver...-. Sugirió Meital con voz fría y firme pero sus ojos delataban que pronto iba a llorar. Meital tenia el cabello negro y ojos violetas, aun cuando demostrase ser de caracter fuerte era igual de débil que los demás.

Ese día fue un tormento para todos, porque sabían lo que les esperaba al volver al pueblo, el mago aun con tristeza cargo el cuerpo de su amada en sus brazos y se dirigió al pueblo, Larry mantenía silencio y miraba la escena, el tenia todo en claro que ella iba a volver así que no lloraría por algo tan egoísta.

"Jamas olvidaría el día en que murió mi amada princesa, no voy a perdonarle a nadie lo que paso, todo por proteger a seres inferiores a nosotros... todo por mi culpa de no poder protegerla".

-Erick... No sera mas mi nombre -. Dijo él mago al poner su pie en la entrada del pueblo. -Mi nombre sera él de antes -. Su voz temblaba, pero estaba muy seguro de lo que el decía.

-Ella volverá... Pero este pueblo...-. Dijo Larry sintiendo las malas miradas de los habitantes del pueblo, todo él grupo vestía vestimentas que los protegerían de los hechizos, pero esas ropas los delataban... Que ellos eran practicantes de magia.

La Princesa y El Mago #BLAwards17 #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora