La Princesa y El Mago #BLAwards17 #Wattys2017

Estudios.

Frío. Eso era lo único que podía sentir la joven, miedo y temor la acompañaban esos sentimientos, el hospital blanco y, sentada en aquella fría y dura silla de plástico color azul, su cuerpo por reacción captaba el frío provocando que se le erizara la piel, tan solo pensar para que era aquel raxos x panorámico de su columna, le causaba ansiedad y nervios.

Un recuerdo gracioso llego a su mente y este era la reacción de su madre al ver el dinero en el buzón, sin duda el novio de su hermana era genial, pero lamentablemente esos sentimientos que el pobre joven tiene por su hermana no eran correspondidos debidamente, ya que la relación de ellos dos era; ama y mayordomo. O así parecía dicha relación.

Suspiro pesadamente y miro a si hermana quien distraídamente escuchaba musica con los audífonos puestos. El silencio la hacia poner más nerviosa de lo que estaba, sin embargo trataba de tranquilizarse lo cual le resultaba inútil, sin darse cuenta alguien tomo de su mano con una sonrisa. Aquella mano lydia la sintió tan calidad que deshizo toda inseguridad, miedo y temor. A su lado estaba Masao, no sabia como él estaba allí, pero era lo que menos le importaba.

—Tranquila lady, algún problema no dudes en acudir a mi, yo Masao te ayudaré a resolverlo con mi magia—. aquellas palabras del joven, parecían seguras pero a la vez egoístas de su parte.

—Esta bien —. Lydia sonrió, un sonrisa falsa pero en ella se veía tan natural. —No necesito de la magia, porque la magia no debe utilizarse para beneficio propio.

Esas palabras sorprendieron al joven, era cierto lo que ella decía, esa era la regla numero 25 de la magia, sin embargo muchos la terminaban rompiendo. Vamos que es lo más normal hacerlo, si eres alguien superior a los demás es natural que la utilices para ti mismo y no para ayudar a una persona que simplemente no te de las gracias.

—Esta bien, te veo luego—. Dijo soltando la mano de Lydia, se puso de pie y por último la miro con una sonrisa y, se fue.

Él la había dejado mucho más tranquila, sin duda Masao la lograba tranquilizar. Pero esa tranquilidad no duro mucho, cuando la enfermera nombro su nombre, otra vez se volvió a tensar, pues bien como cualquier persona o casi, odian a los médicos, ella lo hacía, le desagradaban los médicos, lo contrario su hermana ella admiraba a los médicos puesto que su sueño es ser doctora.

Camino junto con su madre y hermana hasta la puerta del consultorio al entrar pudo sentir como el consultorio estaba mas frio que la sala de espera, su piel se erizó de nuevo. El doctor hizo una seña para que se sentaran en dos sillas que estaba frente al escritorio. La Sra Flores tomó asiento y Lydia por igual, porque Rose no quiso sentarse por cederle el lugar a su hermana. El doctor pidio las placas de manera amable, cuando recibió los estudios que le habían hecho a la joven se puso de pie y, dirigió su mirada al techo colocando la placa frente a su rostro, lo primero que vio fue la columna con una pequeña desviaciones, algo que comúnmente la gente sin suficiente conocimiento médico pensaría que no es importante, sin embargo si lo era, era peligroso.

—Tiene una pequeña desviación en la columna, como se sospechaba—. Hablo con tranquilidad —, es escoliosis dorso lumbar—. Miro a la madre de Lydia sin prestarle importancia a lo que decía.

—¿Qué es eso doctor?—. Pregunto la Sra Flores. Quien era ignorante de la existencia de esa enfermedad así como muchos. El doctor iba a hablar pero Rose le gano las palabras

—Mamá, Escoliosis es una desviación en la columna, la cual si no se trata como se debe causa daño a los pulmones y, ocasiona dolores muy fuertes—. Hizo una pausa y miro a su hermana. —Esto aquí en México no se considera una discapacidad sin embargo en otros países sí, esta enfermedad te impedirá hacer muchas cosas, como correr, cargar pesado, agacharte, ejercicios físicos —. Termino de hablar y miro al medico. —¿Cierto doctor?—.

—Muy cierto-. Halagó el médico. —Es cierto lo que dice la niña, pero la de ella solo es de 14 grados, una faja ortopédica le ayudará a que no le duele mucho y que no le avance tanto —. Explico avanzando a su silla. —, como dijo la niña los cuidados que ella necesita, también debería ir a terapias la cual en el caso de ella seria natación —. Explico el doctor, la mamá solo ponía atención, pero Lydia sentía miedo, miedo a ser diferente. Quería llorar pero no lo haría, menos frente a un médico, ella le causaba problemas a su familia que económicamente estaban mal y ahora una enfermedad de muchos cuidados ¿¡Acaso era una maldición!?. Como si su hermana hubiera escuchado sus pensamientos le dio palabras de aliento.

—No te preocupes Lydia, todo correrá por mi cuenta —. Sonrío tranquilamente, como si ella supiera donde sacar dinero. Fijo su vista al medico y dijo: —¿Cuando sera la próxima cita? —. La Sra Flores miro a su hija sin saber que hacer.

—Será dentro de 6 meses, saliendo donde esta soriana esta donde venden aparatos ortopédicos dicen mis pacientes que allí están baratas las fajas—. Dicho esto empezó a pintar en la receta la medicina que Lydia necesitaría, y la faja que necesita, también apunto que otra vez debían hacerle los mismos estudios: Rayos X panorámico.

Las tres salieron del consultorio, la Sra Flores pensaba como compraría la faja ortopédica, era probable que Rose solo lo hubiera dicho para tranquilizar a su hermana, la última vez el que le había dado el dinero era el novio de Rose pero ella no quería que se acercara a su hija.

Lydia solo pensaba en que su vida ya no era normal. Pero de pie si ya no lo era, porque resulta que poseía magia, aunque de eso nada servía por que depender de la magia está prohibido. Lo que ella consideraba normal de hacer era peligroso para ella. ¿Deformidades y dolores? ¡Eso sufriría por el resto de su vida! Una enfermedad incurable y dolorosa. Se sintió frustrada y las ganas de llorar se acumulaban, sin embargo la tranquilizo que su hermana la agarrase de la mano.

—Vamos a soriana yo comprare la faja—. Menciono Rose al ver que su mama pedía cita para dentro de 6 meses. Ella solo se limitó a asentir.

Cuando salieron de hospital, la Sra Flores tenia pensado en solo preguntar el precio, al frente de soriana estaba la tienda donde vendían ortopédicos, Lydia estaba nerviosa y no se confiaba mucho en las palabras de su hermana, se acercaron y entraron a la tienda donde preguntaron cuanto costaba la faja ortopédica, a la Sra le pidieron la receta del médico y reviso cual era la faja que debí utilizar Lydia.

—La faja le saldrá en $1000 pesos —. Trago saliva la Sra Flores, eso era muy caro para que ella lo pudiera comprar.

—¿Solo eso? —. Pregunto como si fuera lo más barato. —¿Y cual es la faja? —. Busco en su bolsa una cartera color rosa. La señorita les mostró la faja y después se la midieron a la niña.

Lydia miro a su hermana con incredulidad, no podria creer que su hermana se le hiciera barato algo de $1000 pesos si antes ella se quejaba de los precios ¿Le habrá afectado vivir en Estados Unidos?. Cuando le quitan la faja la metieron a su cajita y la pasaron a la caja registradora.

—Rose, ¿Comó pagaras $1000 pesos?—. Pregunto algo nerviosa la madre

—Con trajeta—. Dijo sin tomarle importancia, la cajera paso la tarjeta, por unos momentos las tres pensaron que no pasaría, pero si paso. Rose lo dudaba ya que se había peleado con Cedrick, pero él nunca le cancelaría la tarjeta ya que él la ama como un loco.

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Hola por fin una actualización, tarde mucho por las vacaciones y pues, la flojera me gano, escribí tres veces el siguiente capítulo pero de diferente manera, el primero era de una cita de mi shipp de esta historia y no, no son Rose y Cedrick. El otro trataba era este y el tercero era otro que trataba de lo mismo, pero al fina decidí seguir con este capítulo xD.

Ahora les vengo hacer una pregunta ¿Se nota que se mucho sobre el tema? ¿Les gustaría que la historia tuviera playlist?

Cometen :3
D

edicado a Nina921