2.- Capitulo

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"Qué tal si vamos por la calle tomados de las manos, o no, mejor agarrados del corazón"


Engel

6:30.

Hora perfecta.

Me recogí el pelo en un moño, y salí de mi habitación y baje a la cocina, busque las dos sartenes.

Y subí las escaleras.

- Levántense, es hora de levantarse - grite muestras daba mucho sartenazos - Edward, Daniela, Dustin, Sebastián, Sara, levántense - grite y después salieron uno por uno.

Primero Edward a de su habitación que estaba al lado mío, después Daniela junto a ella Dustin, después salieron mis dos tesoros: Sebastián y Sara.

- Buenos días, cada quien a su baño, se bañan y se dan rápido que y tengo que llevarlos a sus escuelas y al trabajo - dije mirando a Edward - A sí que, cada quien a su lugar - todos comenzaron su camino menos mi dos niños - Acérquense a mami si - dije a mis dos bebes.

- Bendichon mami - dijeron al uní sonido.

- Dios los bendigas mis amores - ¿están bien? - les pregunte abrazándolos.

Ellos dos asintieron.

Yo les sonreí.

- Bengan vamos a arreglarlos - dije y los tome por sus manitas a los dos.

Después de bañar y cambiar a Sara y Sebastián.

Les dije que bajaran arreglar sus cosas mientras yo me arreglaba.

Me bañe y busque algo que ponerme, decidí un pantalón negro ajustado, una blusa negra holgada, unos botines de tacón aguja y una camisa alrededor de la cintura con un collar sencillo, algunas pulseras y me deje el pelo suelto

Me vi en el espejo y recueros lo que siempre dice mi madre "Recuerda siempre verte hermosa, si tu corazón ya lo está" sonreí.

Fui a la cocina y comenze a hacer el desayuno, jugo de frutas, batidas de fresa, Hot cakes, panes tostados con Nutella, café y saque algunas galletas de chocolate.

- Vengan todos a desayunar - dije mientras veía la hora en el reloj de la cocina 7:05 me rindió el tiempo.

Todos comenzaron a desayunar, le di una mirada a Edward  el entendió.

Subí las escaleras, y traje baje la silla de ruedas, camine en dirección a la habitación de mis padres, pues mi papa no podía estar bajando las escaleras po eso los trasladamos para aquí abajo.

Toqué la puerta y escuche un leve pase.

Agarre la perilla y le di la vuelta, la puerta abrió y yo entre, puse la silla de ruedas al lado de la puerta y me acerqué a la cama.

Mi madre subió la vista de su libro y me vio.

- Hija, ¿cómo estás? ¿Los chicos ya están desayunado? - me preguntó.

- Bien madre, ya están todos listos casi los llevo al colegio, Papa ¿cómo estás? - dije acercándome a mi padre y dándole un beso en la frente.

Andreí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora