8.-Capitulo

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Y si cada uno de los latidos dirigidos a una persona de un amor no correspondido fuera el aire a respirar, fuéramos eternos.

                                 Luna Abreu

Andreí.

Capítulo +18.

Su mirada era pura tristeza dirigida a mi mezclada con pequeñas gotas de furia, pero a este punto del camino ¿me tenía que importar? La verdad. No.

Cuando era más pequeño acostumbraba a pasar las vacaciones de viajes en viajes yo decidía donde iva y donde no, siempre fui independiente en ese sentido. Mi madre como persona estricta y mi padre por lo igual decían "si el amor guía tus pasos, compra zapatos nuevos para que no te caigas"
Ellos se amaban pero amaban más lo que podían construir juntos y eso era lo especial en ellos, creían que lo más importante era lo que podrían lograr juntos. Y no se equivocaron. Crearon un imperio y una familia envidiable, la diferencia entre ellos y yo, es que los dos decidieron en este caso no; Sólo yo decido.

-    ¿Por qué haces esto? - Su voz era temblorosa y muy pasusada.

-   Hablaremos más tarde - Le respondí tranquilamente, uno de los trucos que mi padre me enseñó es que siempre tenemos que ser pasivos, la vida es un juego y hay que saber las reglas y debes en cuando romperlas.

El pasillo se encontraba solitario sólo nos encontrábamos nosotros y de fondo se escuchaba el choque de sus tacones, Engel iva como si el mundo nunca tendría su fin, nos acercamos al ascensor, el cual se encontraba abierto, entramos y pulse el primer boton, las puertas ceraron y inmediatamente tome las delicadas manos de Engel y la puse entre la pared y mi cuerpo.

-    Eres atrevida, te gusta el juego, la manipulacion, sabes que eres hermosa cualidad que te hace muchos más peligrosa, tu cabeza dicta una cosa y tu corazón otra muy distinta, me tienes miedo pero te encanta mi cuerpo y el sólo escuchar mi voz enciende cada uno de tus sentidos, no recuerdas absolutamente nada de esa noche y me enfurece a tal manera que quiero destruir asta el más mínimo toque de tu cuerpo para poder hacerlos de nuevo - Le susurra los más acerca de su rostro mirando como sus ojos se engrandecen y arden de lujuria.

Aquí comienza la parte +18.

Tome sus dos muñecas con una de mis manos y dirijo mi otra mano a su sexo el cual se encontraba húmedo, moví mis dedos de arriba abajo encima de la tela. Subí mi mirada y me encontré con la de ella la cual me miraba expectante moridiendose el labio, mientras respiraba agitadamente.

-   ¿Te gusta lo que te estoy haciendo? - Mi voz sonaba lo más ronca de lo normal.

Me levanté y le quite el fino abrigo de su cuerpo, le baje los tirantes de su enterizo, sus pechos salieron al aire, le hubiera dicho muy claramente a Michael que no podía dejar que usará sosten.

Tome uno de sus pechos y lo entre a mi boca, los saboree y mordi, mientras que con una manos masajes el otro y con la otra me entretenía con su sexo.

Sus manos estaban en mi pelo y de sus labios salían pequeños gemidos, los cuales quería que pasarán a gritos, a April que me perdonará pero hoy no llegaríamos a la alfombra.

No aguante más y rompí por a lante su enterizo, comencé a morder y saborear su piel desde sus senos asta el comienzo de sus pequeña tanga color transparente, todo como indiqué, baje sus pequeñas bragas y subí una de sus piernas a mi hombro, entre dos dedos en su mojado sexo, el cual estaba todo dispuesto para mi.

Comencé con movimientos lentos y suabes pero después fueron más rápidos, sus gemidos reinaba en el ascensor el cual estaba detenido.

Pare de mover mis dedos, y sus caderas comenzaron amoverse buscando friccion, la deteni con una de mi manos.

Andreí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora