Víctimas de la Realidad. [l.h]

11. Tonterías.

Eran alrededor de las 4 p.m. Hacían casi dos horas que estábamos aquí.

Clarice le cuestionó una vez más a Luke esta mañana, que me tenía encerrada como a un animal y que debía dejarme ir al centro comercial con ella. Luke raramente aceptó con la condición de que mantuviera los ojos en todas partes y que me cuidara como si fuera ella misma.

–– Dime, ¿Qué se siente ser libre ahora y no tener a Luke pegado a ti las 24 horas del día?–– Clarice me observó mientras le daba un sorbo a su batido de fresa y yo no pude evitar largar una carcajada que casi pudo oír el centro comercial entero.

–– Se siente bien, que puedo decir.

–– Hablo en serio Zaffira, ese chico está pegado a ti todo el santo día, no entiendo como lo soportas, quiero decir, es bueno y dulce contigo pero estoy segura de que el resto del tiempo debe ser irritable como lo fue toda su vida y lo es normalmente–– Ambas reímos.

–– El solo intenta protegerme.

–– Luke se ha encariñado mucho contigo ¿Lo sabes, no?–– No sé si ciertamente encariñado ya que hacía muy poco tiempo de conocernos, pero estaba segura de que había algún tipo de aprecio recíproco entre ambos, al menos de mi parte. El había salvado mi vida.

–– No lo creo, estoy segura de que en un par de días acabaré con su paciencia–– Dije tratando de emplazar algo de humor a la conversación.

–– Yo estoy segura de que no–– Clarice rió––. Dime Zaffie, ¿Qué hacías la otra noche en la habitación de Luke, con él? –– Luché conmigo misma para no lanzarle mi batido de menta en la cara. Sabía a donde quería llegar pero debía saber que estaba muy perdida.

–– Deberías saber a esta altura, que intercambiamos habitaciones.

–– Lo sé, pero hablo de la primera noche que dormimos en casa de Michael, ¿Por qué estabas con Luke en su habitación?–– ¿Acaso yo hablaba en algún tipo de idioma que ella no comprendía? Le dije claramente que habíamos intercambiado habitaciones. Comenzaba a creer que las tinturas de su perfecto cabello le quemaban el cerebro.

–– In-ter-cam-bia-mos ha-bi-ta-cio-nes ¿Logras comprenderlo o tengo que escribirlo?–– Inhalé el suficiente aire para luego exhalarlo. Ella no paraba de reír.

Dios, dame paciencia.

–– Comprendo que estás evitando mi pregunta–– Clarice y yo nos habíamos vuelto muy unidas y había mucha confianza entre nosotras, pero estaba a solo un paso de lanzarle algo––. Seré mas especifica, ¿Por qué intercambiaste habitación con Luke?

–– Porque la habitación que Michael me había dado me hacía sentir mal, simple–– Rebatí.

–– Luego fuiste a la habitación de Luke y el se quedó contigo, ¿Cierto?

–– Cierto. ¡No, espera! No se quedo a dormir si es a lo que te refieres–– Su sonrisa no dejaba de ensancharse.

–– Esta bien, tranquila–– Clarice se inclinó hacia adelante, apoyando sus codos en el centro de la pequeña mesa cuadrada y sosteniendo su mentón entre sus manos––. Y cuéntame, ¿De qué hablaron con Luke en ese momento? –– Preguntó mientras me miraba con atención.

–– Bueno...–– Vacilé––. Fue una conversación que creo que no debería andar divulgando en otros lados, discúlpame–– De cualquier manera, ella sabía toda la historia de Luke, pero me parecía que lo mejor era cerrar la charla aquí para no hablar de temas ajenos.

–– No te preocupes, lo entiendo perfectamente–– Claramente, ella estaba imaginando cualquier cosa con respecto a mi conversación de aquella noche con Luke.