Víctimas de la Realidad. [l.h]

8. Londres.

A la mañana siguiente, bajé las escaleras tras haber dormido plácidamente, luego de tanto tiempo, en la habitación de Luke. Él durmió en la, ya no, habitación de sus padres, fue muy amable al haberme dejado dormir en su cama y en su cuarto.

Vi por el ventanal, la figura de Luke caminando de un lado a otro en el patio trasero de la casa, estaba hablando por teléfono. Decidí salir y esperar a que la llamada finalizara.

El notó mi presencia y se despidió de la persona que estaba al otro lado de la línea, para luego colgar.

- Buenos días- Dije sonriendo. Me sentía más que renovada.

- Buenos días- Respondió de la misma manera- ¿Dormiste bien? Mi cama no es la mejor del mundo, pero espero que te haya resultado cómoda.

- Dormí muy bien, gracias. Tu cama es perfecta, no tengo quejas.

- Me alegra oír eso.

- ¿Con quién hablabas? ¿Con alguno de tus compañeros maleantes? - Bromeé.

- Deje de estar metido en esas cosas desde el momento en que te saqué de aquel lugar, así que deja esos comentarios a un lado- Parecía haberse molestado ante lo que dije, no imaginé que le afectaría tanto.

- Sigues siendo un criminal- Largué consciente de que no estaba provocando nada bueno, pero mis intenciones ahora simplemente eran decir la verdad.

- Tu no me conoces- Respondió con seriedad y entró a la casa, dejándome sola en el patio trasero.

Obviamente debí cerrar la boca.

- Pero estoy dispuesta a hacerlo- Suspiré y lo seguí-. Escucha, lo siento Luke, no quise ofenderte.

- No me ofendiste, es solo que hablas sin saber y lo que dices es injusto.

- Bien, perdóname ¿Si?, prometo no decir más nada sobre eso, pero quiero que en algún momento me hables de esa vida que tuviste- Ambos nos sentamos en el sofá de la sala principal.

- Lo haré.

- Bien- Exhalé el aire retenido una vez más-. ¿Puedo saber con quién hablabas?

- Con Michael.

- ¿El londinense?

- Es australiano- Me corrigió-. Me dijo que con gusto nos aceptará en su casa- Mi rostro se tornó serio automáticamente.

- Luke, ya hablamos de eso, no quiero ir a Londres.

- Es por ti que hago esto Zaffira, para que estés a salvo.

- Yo no te lo pedí.

- Piensa esto, estando allá podrás salir, socializar y de alguna manera, contactarte con tu familia.

- ¿Por qué en Londres si y aquí no?

- Porque el mundo es enorme y el último lugar en el que te buscarían seria Europa- Comenzaba a convencerme de su idea.

- Pero, ¿Cómo pagaremos los pasajes? Sabes que yo no tengo ni un centavo Luke.

- Michael pagará los cuatro pasajes. Yo ya tengo todo arreglado, tú no te preocupes.

- Espera, espera, ¿Cuatro pasajes?

- Clarice y su novio Antoine viajarán con nosotros también.

- Entonces...

- ¿Entonces...?- Preguntó al mismo tiempo que comenzaba a formarse una sonrisa en su rostro.

¿Cómo es que no me había dado cuenta de lo lindo que se ve cuando sonríe?