GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú)

Parte 9

  —¡Ay, ya vas a empezar!— Exclama Nara.
—¡Oye!— Dahye le da un suave empujón a su amiga.
—Por favor, di que no—. Te pide Nara.
—Eeemmm...¿Sí?—Respondes.
—¡OMG!— Suelta la dueña de Nieve.
—¡No puede ser!— Su amiga se lleva la mano a la cara.
—¡Amo todo lo relacionado con fantasmas!
—Aquí vamos...— Dahye le da un codazo a la otra chica.
—¡Sé todo sobre ellos!
—¿Todo?— Preguntas.
—¡Todo!
En ese caso, tal vez puedas hacerle algunas preguntas respecto al fantasma que te persigue.
—¿Podemos cambiar de tema? Me la he pasado escuchando sobre fantasmas desde que conocí a esta loca—. Dice Nara.
—¡Nara! ¡Eres tan mala!— Comenta Dahye, pero ambas ríen. Seguramente es su manera de llevarse.
—Sabes que te amo, nena—. La amiga de Dahye la envuelve de la cintura y esta sólo le da un ligero jalón de cabello.
—Bueno, TN, tendremos que hablar de eso en otro momento; porque, mi amiga aquí presente es una exagerada.
—¿¡Exagerada yo!? Estoy segura de que TN estaría igual si te la pasaras hablándole de ánimas como a mí.
—Aaamm...entonces, luego platicamos Dahye, mis amigos aún me esperan—. Dices.
—Está bien. ¡Nos vemos!
Te adelantas y te reúnes con tu grupo.

Al llegar con ellos Yoseob te rodea los hombros.
—Entonces...Dahye, ¿eh?
—¿Eh? Sí...¿qué con ella?
—Tienes buen gusto, TN, ella es muy linda—. Comenta Misung.
—¿Qué?
—¡No nos digas que no te gusta!— Añade Bora.
—¡Pero si la acabo de conocer ayer!
—¿Ah, sí?— Cuestiona Yoseob.
—¡Sí!
—Pero, ¿no te gusta?—Dice tu amiga morena.
Volteas a ver a la susodicha.
—Es muy bonita, pero...no sé...no la conozco realmente.
—¿Así que tienes que saber más sobre ella?— Pregunta Misung.
—Supongo...
—¡Bueno! Sólo el tiempo lo dirá. Pero Enserio, TN, Yo pienso que Dahye sería una muy buena opción—. Tu amigo insiste.
—¿Tú la conoces? —Cuestionas.
—He hablado con ella varias ocasiones. Es muy agradable, aunque algo rara...
—¿Rara?
—Le encanta todo lo relacionado a fantasmas y lo paranormal.
Eso lo notaste.
—¿Tienes su facebook? Quizás no estaría de más tratarla.
—¡Eso es todo!

El muchacho te pasa su perfil. La verdad no te interesa conocerla de esa manera. Pero si hay alguien que probablemente pueda ayudarte, debe ser ella.

  Imagina parte 10

Después de que el receso acaba ves a la fanática de lo paranormal entrar con Nara a uno de los salones de tercer grado. Entonces Dahye es un año mayor que tú.

—¡Abuela, ya llegué!— Anuncias cuando cruzas la puerta de tu apartamento. Mas nadie te contesta. Ella debe estar arreglando asuntos de la florería. Estás sol@...
Maldición.
Debes calmarte.
Vas a tu cuarto y depositas tu mochila junto a tu cama. Recuerdas el perfil de Dahye. Será mejor que la busques en Facebook. Ves la puerta de tu baño abierta. El mal sueño de anoche realmente te había aterrado, pero debes admitir que debajo de todo el miedo y confusión que sientes una parte de ti se muere de curiosidad por saber qué pasa. En la pesadilla el fantasma te había dicho que miraras el espejo.
Te metes al baño y te paras justo frente al cristal. Pensando en lo que estás a punto de hacer.
—¿Yu-Yuri...?—Te quedas mirando tu reflejo unos segundos.—Yuri, si estás ahí hazmelo saber...Yo...quiero hablar contigo.—Esperas unos momentos más y sigues sin respuesta. —Ok...esta es la última vez...¡Yuri, quiero verte!

Sin aviso, la temperatura del cuarto baja. Ahora te sientes bastante intranquil@. Tu imagen en el cristal se distorsiona otra vez o eso te parece. Sin más, todo parece volver a la normalidad, al menos tu reflejo. Te acercas bastante al espejo, tanto como para dejar tu aliento impregnado en él. A escasos centímetros del objeto eres sorprendid@ por una mano borrosa que impacta el cristal del otro lado del espejo.

  Imagina parte 11

Sueltas un grito y te pegas a la pared, sin dejar de ver al espejo. El espectro del otro lado del cristal te mira de igual forma. Su cabello levita y de su boca salen burbujas, como si...como si estuviera debajo del agua...
La aparición comienza a cruzar el espejo con sus dedos. ¡Ay, no! ¡No pensaste que acudiría a tu llamado! ¡Sé valiente! ¡Sé valiente! ¡Tú la invocaste! ¡Tenle miedo a los vivos, no a los muertos! ¡Tenle miedo a los vivos, no a los muertos!
Sus manos gotean. Saca el tronco del cristal y está mojada, escurre. Se apoya sobre tu lavabo y alza la vista.
—Tú...— Susurra.
—¡Sí! ¡Puedo verte!— Exclamas como mecanismo de defensa.
—¡Por favor, ayúdame!— Ahora el agua sale de sus ojos.
—¿¡En qué!? ¿¡En qué quieres que te ayude!?
Amarías decirle que te deje en paz, pero no crees que eso resuelva el problema. El ánima traspasa por completo el espejo, irguiendose delante de ti.
—¿Qué hago aquí?
—Yo te invo...
—Estoy muerta...¿verdad?—Te quedas sin habla unos segundos.—¿¡Verdad!?
—¡Sí!
—Entonces...¿por qué sigo en este mundo...? ¡Sácame de aquí! — El cristal desprende vapor, como en tu pesadilla.—¡No quiero seguir entre las sombras! —Suelta agua igual. De repente, el aire deja de llegar a ti. Sientes que estas rodeado por agua.—¡Sácame! — ¡Te estás ahogando!—¡Sácame!
Abres la boca para hablar, pero un líquido invisible entra en ella. Intentas adquirir oxígeno, mas no lo consigues.
—¡Lo haré!— Gritas con todas tus fuerzas.La chica parece calmarse y poco a poco sientes el airé volver a ti, así como la sensación de estar empapad@ desaparece. —¡Te ayudaré! Te sacaré de aquí...

—¡TN, ya llegué!— La voz de tu abuela resuena por la casa.
Te distraes un segundo y al siguiente la muchacha ya no está.

  Imagina parte 12

—¡Hola, abuelita!— Saludas a tu tutora. Tratas de estar lo más calmad@ posible.
—¡Hola! Saca las cosas de las bolsas.
Los víveres de las compras están sobre la mesa.
—¿Qué vamos a comer?
—Pescado empanizado. El casero me dijo que su esposa hará empanadas, ¿quieres ayudarle?
—Este...quizás luego...
—Bueno.

Al día siguiente en la escuela es hora del receso. Agregaste a Dahye a tus contactos, pero no le hablaste. Piensas que este asunto es mejor hablarlo en persona.
—¡Oye, Dahye!— La llamas cuando la ves entre la multitud de alumnos que salen de sus salones al patio para disfrutar su receso.
—¡Hola!— Dice ella feliz cuando te pones a su lado.
—¿Puedo hablar contigo... A solas?
—¿Ahora? Nara y yo iremos a comprar nuestro almuerzo.
—Es sobre fantasmas...
La chica exclama en entusiasmo. Voltea a ver a su amiga.
—Ve...— Responde Nara sin muchos ánimos.

—¿¡De qué me quieres hablar!?— Cuestiona la fanática de lo paranormal luego de que caminan sol@s por el patio. —¿¡Te atacó un poltergeist!? ¿¡Viste un espectro!? ¿¡Tuviste un sueño astral!? ¿¡Viste un hombre de la sombra!? ¿¡Te acosa un fantasma!?
—No...Sí...algo así...no...sí...
La dueña de Nieve se queda sorprendida.
—¿De verdad?
Asientes lentamente.
—Sobre todo la última...
—¿La Sirena?
—Sí...¿cómo lo supiste?
—¿Por eso fuiste a visitarla?
—No, regresé aquel día porque la noche anterior había perdido este collar—. Le muestras el regalo de Dasom. —Y...de algún modo...esa chica muerta apareció ante mí. Nunca antes me había sucedido algo así.
—¿Nunca antes habías visto un fantasma?
—No.
—Uuummm...¿sufriste alguna pérdida o viviste una experiencia cercana a la muerte?
—S-sí...mi mamá murió hace poco.
—¡Eso debe ser! Ese acercamiento debió afectarte demasiado y terminó volviéndote más sensible a lo relacionado con la muerte.
Parece tomarse las cosas muy Enserio.
—Pero...¿no debería ser capaz de ver otros fantasmas?
—En ese caso...quizás no eres taaaan sensible. Tal vez ella eligió mostrase ante ti. En todo caso sí eres más perceptiv@, pero sólo con los espectros que desean que los veas. Todos tenemos diferentes grados de perceptibilidad.
—Oh...
—¿El fantasma te ha hablado?
—Sí...
—¡OMG! ¡Qué afortunad@!
—¿¡Qué!? ¡No! ¡Es aterrador!
—¡Yo siempre he querido hablar con un muerto! Pero no soy tan sensible como otros...
—¿No te daría miedo?
—¡Para nada! Bueno, siempre y cuando no sea un hombre de la sombra o un demonio...o un espíritu maligno.
—¿Cómo puedes diferenciarlos?
—Creo que a primera vista no es posible. Debería poder hacerse con el tiempo...Si en el lugar donde se ve el espectro suceden cosas negativas entonces es un espíritu maligno. Si en cambio, el fantasma no parece ocasionar nada más que sustos esporádicos, debe ser inofensivo. ¿Qué te dijo ella?
—Quiere que la ayude a salir de este mundo.
—Trascender. Ella murió ahogada. Es una muerte trágica. Los espíritus que mueren de esa forma suelen quedarse a vagar en este plano. Pero no sabemos cómo es que terminó en el río...Eso debe ser lo que necesita descubrir.
—¿Ahora qué hago?
—¡No lo sé!
—¿¡No lo sabes!?
—Aún...¡Cuenta conmigo! ¡Tienes mi ayuda en todo momento! ¡Wow! ¡Esto será tan emocionante!
—Pe-pero...

Sin planearlo haz conseguido una enciclopedia viviente de fantasmas dispuesta a hacer tu trayecto más fácil.