Parte 5

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  ¿¡Te está siguiendo!? Apresuras tus pasos, tratando de ocultar tu temor. Fue buena idea ir antes a tu apartamento y haber dejado tu mochila, con tanta prisa habría sido una pesada carga. Sientes que te persiguen. ¡Sientes que ella te persigue! ¿Qué te había dicho? Te había dicho su nombre...¡Yuri!...Te había dicho otra cosa...Te había dicho que la ayudaras. ¿Ayudaras con qué? ¿Esto no es una pesadilla? Te pellizcas el brazo. ¡Ouch! Eso se sintió muy real. Tal parece que no duermes.
A varios metros del cementerio pasas por una carnicería con una vitrina. Miras en ella y ya no ves a nadie detrás de ti. Te alivias un poco, pero no detienes tu caminar.
Por lo menos ya tienes tu preciado collar. Lo que darías por algo de compañía para no sentirte sol@. HAy gente en la calle, pero ignoran lo que te sucede. Quizás debiste quedarte a hablar con Dahye. Ya no podrás acercarte a los gatos, menos mal que no son tu animal favorito.
Estás perdiendote en tus pensamientos, como quieres. En tu trayecto hay una estética, a través de uno de sus espejos logras mirar lo que tanto temías. No muy lejos de ti, viéndote detrás de un farol está ese fantasma. ¡No! ¡Te sigue!
Ahora trotas. A unos cuantos metros más divisas a una mujer portando un espejo compacto, sobre él ves nuevamente al espectro, que te vigila la espalda. ¡No puede ser!
Corres. Tu casa ya no está tan lejos. No quieres ver ni un solo espejo por accidente, así que te pones la capucha de tu sudadera. ¡Al fin llegas a tu edificio de departamentos! Te detienes un momento y dejas de correr, pero continuas caminando con poca prisa. Al entrar ves a una mujer charlando con el casero, no les das más atención. Más bien rezas por no cruzarte en el camino de ningún espejo. Estás tan metid@ en tus preocupaciones que no te percatas de la persona que avanza cerca de la máquina expendedora del lobby. Chocas con ella.
—¡Perdón!— Exclama.Caes al suelo y dejas caer tu dije.—Ten, se te cayó—. Te entrega el dije en la mano y amb@s se incorporan.
—Oye...tú...¿crees en fantasmas?— Le dices.
—¿Eh?
—Nada, olvídalo.
Te vas rápidamente de ahí y subes las escaleras. Sigues alterad@.


  Imagina parte 6

Tu apartamento está en el segundo piso. Sacas tus llaves y accedes a él. En la entrada hay un espejo colgado en la pared. Temeros@ lo miras lentamente. Te alivias muchísimo al no ver el fantasma detrás de ti.
—¡Abuela! Ya llegué—. Anuncias.
—¡Hola! Ya está tu plato servido.
Vas a la mesa del comedor y ves dos platillos.
—¿Ya comiste?— Preguntas.
—No, te estaba esperando.
—¡Abuelita! No hagas eso, comes tarde por mi culpa.
—¡Oye! ¡Oye! ¿Quién es la adulta aquí? La única que puede regañar soy yo. Ven ya a comer.—La mujer se sienta y tú haces lo mismo.— Hay unos nuevos inquilinos en el piso de abajo. Son una señora y su hijo...o hija, no estoy segura. Parece que es madre soltera. Quizás El Niño o niña sea de tu edad. ¿No los viste?
—Creo que sí...—Debió ser la persona con la que chocaste.
—¿Por qué no le hablas? En su casa también son sólo dos. Podrían entenderse.

Tu abuela es tu tutora legal desde que tu madre murió 7 meses atrás. No tienes una relación con tu padre, él nunca quiso hacerse cargo de ti, hasta que estuviste cerca de cumplir los 6 años. De repente le nació el instinto paternal y trato de tomar el lugar que dejó ausente. Nada bueno salió de eso.
—No lo sé, abuelita. La verdad no me interesa mucho hablarle.
—Está bien...Recuerda alistarte para ir a la florería y ayudarle a Sunmi. ¿Te dejaron mucha tarea?
Tu papá siempre te ha enviado dinero, pero aún así ayudas en la florería propiedad de tu tutora.
—Poca, llegando de la florería la hago.
—Bueno.
Acabas tu plato.
—¿Me sirves más?
—¡Cómo te gusta comer!
—Sólo tu comida, ¡cocinas delicioso!
La mujer sonríe.

—¡Muchas gracias!— Exclama Sunmi después de recibir la paga de un cliente. —¿Cómo está la señora,TN?— Se refiere a tu abuela.
—Muy bien, gracias.
—Hace tiempo que no la veo. Tu abuelita es muy agradable, Ailee siempre me cuenta unos chistes bastante buenos que saca de ella.
Ailee es la empleada que atiende el negocio de día, junto con tu tutora. En el turno de la tarde te toca a ti y a la muchacha con la que hablas.
—Si le cuento lo que acabas de decirme no dudará en invitarte a jugar pokar y comer galletas.
—Pues me encantaría. ¿Cómo vas con el ramo?
Estás preparando un arreglo con rosas, margaritas y tulipanes.
—Dimelo tú.
La joven se asoma a la parte de atrás, donde te encuentras, para ver tu progreso.
—¡Luce genial! Tu abuela te ha enseñado bien. Tal parece que es un regalo para la novia del cliente. Estaba indeciso por el tipo de flores que quería.—El teléfono suena—. Florería "Paraíso", buenas tardes...¡Ah, sí! Justo ahora lo estamos haciendo...sí, tenemos lirios, pero su precio es un poco más alto que los tulipanes...Está bien, mañana estará listo...¡Nos vemos!— Sunmi cuelga. —Te dije que era indeciso. Quiere que cambiemos los tulipanes por lirios blancos.
—Oh, no hay problema.
—Ya sabes de dónde agarrarlos—. Te diriges al pequeño jardín botánico que poseen aún más atrás del establecimiento. —¿Sabes? Me encantan los lirios. Sobre todo por su significado. —Buscas la sección donde sus macetas están. — Significan la pureza de las mujeres, — No encuentras las tijeras para cortarlas, no están ni en la mesa de madera continúa a ti. Seguramente las dejaste adentro. —,incluso amor entre mujeres. —Las arrancarás de raíz, no es mucho problema. —Mis favoritos son los blancos, el día que me case quiero un ramo repleto de ellos.
Tomas el tallo y lo jalas, con la fuerza de tus brazos tiras por accidente un jarrón de cristal que estaba en la mesa, provocando que se rompa.
—¡Rayos!— Exclamas.
—¿Estás bien?— Pregunta la empleada de tu tutora.
—¡S-sí! Tiré un jarrón. Yo lo limpio.
Dejas las flores en el piso de tierra. Levantas los trozos de cristal y los dejas sobre la mesa. Volteas nuevamente por los lirios y al levantarlos ves algo escrito en la tierra.
—¿Sabías que "Lirio" en japonés se dice "Yuri"?
"Ayúdame" dice el mensaje.


  Imagina parte 7

¡Eso no estaba ahí un segundo atrás! ¿¡Está ahí!? ¿¡Yuri está ahí!?
—¿Yu-Yuri...?— La llamas.
—¡Sí!— Responde Sunmi. —Qué bonito, ¿verdad?—Tragas saliva y sales del invernadero. —¿Te sientes mal?— Pregunta la florista cuando te ve.
—¿Eh? ¿P-por qué?
—Estás pálid@.
—Oh, jeje...estoy bien.
—Bueno, si necesitas ayuda con el arreglo me dices.
—¡Sí!

Esa noche en tu casa no haces la tarea, estás demasiado nervios@ y disperso para eso. Ya se la pedirás mañana a Yoseob. Te preparas para dormir, tapas hasta el espejo de tu baño, pues realmente te incomoda.
Despiertas a mitad de la noche. Te sientes rar@. Entras al baño y notas que la toalla que habías usado para cubrir tu espejo ya no está. Ni siquiera está tirada en el suelo, donde debería permanecer. ¿Desapareció?
"Mira al espejo..." Escuchas.
De repente, gotas comienzan a escurrir por el cristal a la par que vapor sale de sus extremos. ¡Incluso el cristal gotea! ¡Es como si el propio espejo se derritiera! El gas y el líquido empañan el espejo dejando que se miren palabras en él: "Ayúdame"
¡No! ¡Ella otra vez no!
¡Sientes que el corazón se te saldrá del pecho! Tu borroso reflejo se ve cada vez más distorsionado. Unos largos y negros cabellos se observan. ¡Ese no es tu reflejo! La luz de la habitación empieza a fallar.
—Ayuda...— Oyes esa horrible voz, la de ella.
La imagen en el cristal se mueve y la lámpara no deja de titilar. Entre cada segundo de apagón la figura está más cerca ¡Parece que saldrá del espejo! —¡Ayúdame!
La espectral mano de la chica atraviesa el cristal y se aproxima a ti, lista para tomarte...  


  Imagina parte 8

Abres los ojos súbitamente. Estás en tu habitación, recostado en tu cama. Te incorporas en medio de la oscuridad. Prendes la luz de tu cuarto y miras en todas direcciones. Era una pesadilla.
Tu respiración está a mil por hora y te encuentras empapad@ en sudor. Pero le agradeces infinitamente a Dios que sólo fuera un terrible sueño.
Te sientes tan asustad@, pero estás aún más cansad@. Te duermes, tardas un poco por el temor, pero lo haces.

—No descansaste bien, ¿eh?— Cuestiona Bora al pararse frente a tu lugar.
—No mucho...— Te levantas para contestarle, pero vuelves a poner tu cabeza sobre tus brazos.
Ya te hayas en la escuela, en tu cuarta clase. Es física, generalmente nunca hacen nada en ella. No falta mucho para que la hora acabe.
Se escuchan unos toques en la puerta.
—Abrele a la señorita, por favor, Yoseob.
Tu amigo se sienta justo al lado de la puerta, así que hace lo que el profesor le ordena.
—¡Hola, maestro!— Saluda la alumna. Esa voz te parece familiar.
Alzas la vista y la persona que te encuentras es nada más y nada menos que Dahye.¿¡Qué!? ¿¡Dahye va en tu escuela!?—Oh...no sabía que estudiabas aquí...—Dice la susodicha al verte.
—¡Uuuuh!— Se escuchan enseguida los vitorees de tus compañeros.
—Lo mismo digo.
—¡Profe!— La joven se dirige al maestro.

Unos minutos después el timbre del receso suena. Tus amigos y tú se reúnen para salir del aula.
—¡Entonces! No me dijiste tu nombre—. Dahye camina a tu lado.
—Me llamo TN.
—¿Has vuelto a visitar a tu amiga la sirena?
—Eeemm...no...
—¡Dahye!— Otra muchacha llama a tu acompañante y camina junto a ella.
—¡Ah, Nara! Te presento a TN.
—Mucho gusto—. Saluda.
—Igualmente—. Respondes.
—Nara es mi mejor amiga—. Aclara Dahye. La otra alumna sonríe tímidamente. —Cambiando de tema...TN...
—¿Sí?
—¿Crees en fantasmas?  

GHOST (Imagina con Yuri/ Yuri y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora