Lo que diera
por irme de este mundo,
dejar todo atrás
y no retroceder.
La luz de la realidad
es demasiado cegadora,
no me deja ver mis fantasías
en mi mundo imaginario.
¿Hubo felicidad en mi vida?
¿O sólo fue otra iluminación?
Ya no resisto en este triste mundo.
Todo se cuela por los huecos
de mi propia muralla.
Intento taparlos
pero nuevos aparecen.
Ya me cansé de repararme
cada vez que me hieren,
solo quiero ir
hacia esa felicidad llamada muerte.