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Noche de tres-Joerick

A unos cuantos metros divisaba al dúo de imbeciles más guapos de la preparatoria, bebiendo una ronda de shots junto al resto de sus amigos. El motivo de encontrarnos en el mismo lugar, era la mejor fiesta de fin de curso según la mayoría de adolescentes que conocía. Mi mejor amiga Melany, sugirió festejar nuestra libertad temporal en este festejo masivo a lo cual accedí por aburrimiento.
Para mí mala suerte, la perdí de vista a los minutos de llegar, y ahora me encuentro en un sofá de alguna parte de esta enorme casa, mirando fijamente a los ya pasados de copas de Joel y Erick.

En mi rostro se dibujó una sonrisa al observar las sonrojadas mejillas de Erick y escuchar la encantadora risa de Joel. Realmente nunca cruzamos palabra ya que eran los típicos fuckboys populares y yo una siemple estudiante promedio con una vida social básica. La mirada risueña de Erick cruzó con la mía y me regaló una encantadora sonrisa la cual correspondí, seguido de esto me puse de pie y fui en busca de una bebida. Caminé por toda la casa observando desde ebrios vomitado, hasta humanos en pleno apogeo.

El tiempo pasaba lento mientras yo iba por la quinta cerveza en la noche, para este momento comenzaba a sentirme un poco mareada, lo cual me arrastro al baño para enjuagarme el rostro. Suspire mirando mi reflejo.

-Hora de volver a casa- Murmure mirando la hora en mi móvil.

La puerta se abrió dando paso a dos altas figuras que reconocí inmediatamente. El ojiverde cerró la puerta tras él y se giró a mi mostrándome nuevamente su perfecta dentadura.

-Fue algo difícil encontrarte, eres rápida husmeando en casas ajenas.

-Es uno de mis tantos talentos- Me crucé de brazo recargandome en el lavamanos- Quizás no se dieron cuenta, pero el baño esta ocupado.

-Y lo estará por un buen rato- Dijo el rizado acercándose a mí y levantando mi mentón lentamente- Tú mirada en nosotros no fue para nada discreta, preciosa- Su aliento comenzaba a mezclarse con el mío debido a su proximidad.

-Es inevitable mirar a un dúo de idiotas, llaman demasiado la atención-Su sonrisa burlona me hizo mojar las bragas sin razón alguna. Simplemente me ponían demasiado.

-Creo que no dejabas de mirarnos porque te ponemos cachonda, cariño-Dijo el ojiverde llegando al lado de su amigo al cual alejé un poco sonriendo maliciosa.

-Creo que yo soy quien los pone a ustedes, ¿O me equivocó?-Me senté sobre el lavabo elevando mi vestido dejando a la vista mis bragas- Por algo me buscaron- Abrí lentamente mis piernas mirándolos fijamente.

Las manos de Erick se acercaron acariciando lentamente mis muslos, acercándose cada vez más a mi entre pierna, provocando que la humedad aumentara en esta.

-Puede que estés en lo cierto cariño, pero a ti también te ponemos y esto lo demuestra- Colo su mano por mi braga acariciando lentamente- Estas empapada-Sonrio como un jodido ángel mientras me follaba con los dedos.