cuatro

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Odiaba ir a la escuela y de la escuela al trabajo y del trabajo a su casa, era algo tedioso, pero no se podía quejar, tenía una buena carrera no tan atareada, un trabajo fácil y bien pagado y un hogar para si solo, sin muchas preocupaciones o responsabilidades y todo eso le agradaba así que solo se dejaría llevar.

Ese día tenía algo de pereza y mucho sueño, le había tocado mucha tarea y casi no había dormido nada, pero solo iba a ser por un solo día.

La cafetería estaba algo tranquila a pesar de ser entre semana, que era cuando los chicos de la secundaria salían y pasaban a platicar con hacer "tarea" y a él le divertía mucho ver como las chicas de la secundaria trataban de coquetearle sin mucho éxito ya que el al instante las alejaba con comentarios burdos.

Estaba a punto de quedarse dormido cuando escucho la campana de la tienda sonar, no quería ni levantar la mirada para ver de quién se trataba, solo quería dormir, pero su lema era que si iba hacer algo lo iba hacer bien y de buena gana. Así que levantó su cabeza con pesadez y puso una simpática sonrisa en su rostro demostrando amabilidad... Hasta que vio de quien se trataba.

—Ha... Solamente eres tú. —contesto con desgana.

—No seas chillón, en lugar de que me saludes amablemente con 'hola, buenas tardes ¿como estás?' me respondes con algo tan grosero, ahora ya veo porque no tienes pareja. —hablo Helena para molestar, viendo que si rindió frutos su comentarios.

—¡Oye! —reclamo —yo no tengo novia no por mis comentarios, si no que no tengo por qué ni quiero, oh a ¿caso es que estás enamorada de mi? —Hablo con picardía viendo la expresión de Helena algo desubicada y asombrada.

—No, ni en mis más locos sueños... En fin, vine por mi café...

—Americano —acompleto Kenneth la oración de Helena.

—oh, rebien que me conocés y si es un café americano.

—Esta bien, son 30 pesos.

—Si, aquí tienes don zombie. —hablo con burla Helena.

—¿Zombie? —cuestiono Kenneth, mientras le servía su café a Helena.

—Si claro, zombie, al parecer no has dormido bien últimamente, tus grandes ojeras te delatan.

—Si claro, aquí tienes tu café.

—Gracias. —bebió un poco de su café. —Y ¿bien?.

—¿y bien que? —pregunto algo a la defensiva.

—¿porque no has dormido bien?. —Hablo con curiosidad y algo de preocupación en su tono de voz, el cual esperaba no fuera muy evidente.

—Bueno. —Hizo una mueca rara.—digamos que estoy en temporada de estudios y un resto de tarea, y la verdad en la noches no duermo muy bien que digamos por todo ello.

La chica se quedó callada unos momentos, pensando en la respuesta del chico.

—Yo creía que la carrera de fotografía era no muy fácil, pero si Algo. —comento mientras volvía a tomar su café.

—Todos creen eso y por esa razón muchos toman esa carrera, y yo soy unos de los que pensaban así... —medito sobre las palabras de Helena. —¿Pero como es que tú sabes que estoy estudiando fotografía? —entre cerro los ojos y miro a Helena.

—Itzae me contó o más bien me lo comentó, la verdad no lo recuerdo del todo. —dijo con simpleza. —o algo asi.

Kenneth entre cerro los ojos sintiendo un sentimiento extraño en su pecho que le hacía sentir muy raro, pero trato de tranquilizar esos raros sentimientos.

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