7. Roces

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ETHAN

Hoy era martes, eso significaba que correría. La semana pasada había competido contra un mexicano que se encontraba de vacaciones en la ciudad. Había sido una carrera muy interesante que me había hecho ganar mucho dinero.

Las carreras era de lo que vivia desde hace cuatro años. Todo empezó como un juego con mi mejor amigo "Than". La primera vez que competí fue en Brooklyn, no me fue tan mal como podría haber ido pero tampoco gané nada. La segunda vez fue en Manhatan, "Than" había vuelto a convencerme para que lo probara de nuevo y así lo hice. Esa vez me fue mucho mejor y gané el suficiente dinero para pagar al banco los tres meses de retraso que debía mi madre. Al final me fue yendo tan bien que acabé teniendo más de lo que necesitaba así que repartí las ganancias con mi mejor amigo ya que el necesitaba dinero mucho más que yo.

Todavía podía recordar la cara de preocupación de mi madre, sus preguntas sobre como conseguía tanto dinero y sobre todo podía recordar lágrimas de sus ojos al ver que me estaba convirtiendo en el mismo hombre del que ella había huido.

Dejé esos recuerdos de lado y me fije en Cameron y Nick sobre sus motos hablando con dos chicos de las bandas. Que ellos andaran medoreando no era una buena señal. Habían dos bandas: la del norte y la del sud de la ciudad, Akiba era quien controlaba ambos, pero las del norte traficaban con armas para sus socios americanos e irlandeses. En cambio la del sud traficaba para Francisco Súarez, un narco mexicano.

Por lo que había averiguado Francisco Súarez estaba en conflicto territorial con uno de los irlandeses, Jason McNamara. Lo cual le ocacionaba problemas a Akiba.

Y los problemas de Akiba eran la gloria para mi.

Poco tiempo después apareció Scott y por su cara podría decir que estaba furiosos. Cuando divisó a la persona que buscaba se abalanzó sobre ella estampando un derchazo en el rostro del idota de Josh, uno del los traficantes sureños. Scott estampó tantas veces sus puños en la cara de Josh que sus amigos tuvieron que meterse para sacar lo que quedaba del pobre diablo pero también se llevaron su parte.

Al ver el panorama que se estaba montando, los norteños y los sureños que habían por ahí empezaban a hecharse miradas desafiantes, esperando el ataque .

Si seguian así la policia no tardaría en llegar y sinceramente no tenía ganas de huir de la policía.

-¿Se puede saber por que ha empezado esta mierda? - pregunté.

-Por lo que acabo de escuchar, ha sido por sus hermanas. Ese idiota sureño fue buscarlas para molestar a Scott - contestó Nick.

"Allison"

Quise preguntar por la pelinegra, saber si estaba bien. Pero luego me di cuenta que era una completa estúpidez. ¿Qué me importaba a mi si ella estaba bien o no? Ella solo era otra tonta a la que le encantaba vivir en su mundo color de rosa donde ella era el centro de atención.

-Deberiamos ayudarlo, Nick - habló Cam - es uno de los nuestro y estamos aquí mirando y tu Ethan también deberías hacer algo, esperas que el te integre en la banda pero no haces nada para que eso suceda - odiaba que tuviera razón.

-No sé si te has dado cuenta, pero Scott Jenses no es una persona con la que te puedes relacionar facilmente. ¿Ves a alguen más en su circulo social que no sea Peter? Y la idea de metreme con su hermana sigue sin ser una opción.

-Em... Chicos si quieren hacer algo este es el momento - dijo Nick apuntando a la pelea.

ALLISON

-¡Dios ¿por qué no contesta?!

Estaba muy preocupada, Scott se había marchado heco una furia ya hace más de cuatro horas y ya era la una de la madrugada y ese cretino seguía sin aparecer.

Amando A EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora