Jack aparca la moto y para mi sorpresa me ayuda a bajar y aunque no necesite su ayuda, tomo su mano y bajo. Una vez mis pies tocan el suelo, levanto la vista y veo un restaurante de bastante clase y por segunda vez en menos de cinco minutos, Jack me vuelve a sorprender.
- Es un buen sitio para comer, vamos.- Dice Jack mirándome, pero yo sigo observando el lugar y me empiezan a sonar las tripas.
No contesto y me limito a caminar detras del sexy chico tatuado.
- Buenas tardes, tienen mesa?- Nos pregunta un señor mayor con acento italiano y nos mira a los dos de arriba a abajo.
Jack como respuesta, niega con la cabeza, por lo que el señor nos dice que le sigamos y nos muestra una mesa para dos.
En seguida llega un chico que será unos dos años más mayor que yo, más o menos de la edad de Jack. Va con traje y con una libreta en la mano, por lo que deduzco que es el camarero, y es uno muy sexy.
- Hola, buenas tardes- dice sonriente el chico mientras se me queda mirando fijamente. Decido sonreirle picaramente mientras siento una mirada sobre mi. - Que van a querer para beber?- habla ahora más serio el camarero sexy.
- Un vino tinto y si nos traes la carta mejor.- dice Jack en un tono cortante y seco. Le miro con el ceño fruncido, que le pasa a este tío, el camarero sexy sólo ha sido amable. El camarero se limita a asentir y se va rápidamente.
- Qué problema tienes? Sólo estaba siendo amable.- le digo a Jack aprovechando que no nos oye el chico.
- Ninguno, tú?- me responde con un tono borde y directo que ya me empieza a molestar.
- Muchos. Para empezar tú, que eres tan frío y borde.- le digo mirándole fijamente a los ojos.
- Sabes? No tendría que haber aceptado venir a comer con una niñata como tú y menos traerte a este sitio, aunque pensándolo mejor, aquí es dónde vendrías con tus papis ricos, no?- lo suelta con maldad en su voz y con una sonrisa en su rostro.
Que me haya juzgado sin conocer me molesta, pero que haya nombrado a mis padres, no se lo perdono, pero no voy a dejar que vea que me ha afectado de la manera que lo ha hecho, así que me levanto de la silla, apoyo mis dos manos encima de la mesa y me inclino hacia él, casi rozando nuestras narices.
- Antes de hablar infórmate, cabrón.- le suelto ahora yo fría y con rabia, antes de erguirme e irme.
Salgo a paso rápido y me choco con el sexy camarero, que aunque no tenga la culpa le grito que mire por dónde va.
Una vez he salido del restaurante me pongo a caminar hacia no sé dónde, ya que me ha traído el imbécil y no sé dónde cojones estoy pero bueno, ya preguntaré.
Mientras camino sin un rumbo en concreto, pienso en que me he quedado sin comer y que todo esto ha sido un puto desastre y no volveré a dirigirle la palabra al simio ese. ¿Por que se ha comportado así?
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Hooola! Después de más de un año sin actualizar esta historia, he decidido que la voy a continuar, aunque la iré escribiendo cuando tenga ratos libres.
Gracias a todas las personas que han comentado, votado y le han dado una oportunidad a mi historia.
Un beso,
M.
18/03/2017
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Chica mala.
Teen FictionMaría es una chica de 19 años, con una vida un tanto complicada. Por su pasado ahora ella es cómo es, una persona fría, que no confía en nadie, con un carácter fuerte que se ve reflejado en el deporte que a ella más le gusta, el boxeo. Ha aprendido...