Chica mala.

Cambio de look.

Ya es sábado y mientras desayuno estoy decidiendo que hacer y creo que ya lo sé. Me voy a hacer un cambio de look. Ahora mismo lo tengo hasta la cintura y de mi color natural, negro. Llego a la peluquería y me atiende una chica muy amable que me pregunta que qué quiero hacerme.

- Lo dejo en tus manos- le contesto segura de mi misma-.

Pasa una hora más o menos y cuando me miro al espejo veo que tengo el pelo un poco más corto y de color marrón oscuro y en las puntas un poco más clarito.

- No está mal, gracias. Ya vendré a menudo a hacerme cambios en mi pelo.- dicho esto, pago y me voy.

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Como no tenía nada más que hacer después de comer he decidido ir a comprar. No es que me emocione la idea pero hoy no me apetece ir al gimnasio y así me compro alguna que otra cosa. Antes de que mis padres fallecieran en un accidente de trafico, mi madre era la que me solía comprar la ropa y era más fácil porque me compraba lo que quería, pero desde ese momento me he tenido que comprar yo la ropa y la mayoría de prendas que hay en mi armario son negras.

Me pongo unos pantalones largos negros que estan un poco rotos, un top negro corto que enseña mi piercing del ombligo, mis nike y mi chupa. Me maquillo un poco los ojos y me pongo labial. Por último decido ponerme mi gorro gris, cojo las llaves y me voy.

Siento como me da el viento en la cara por la velocidad a la que voy. Cuando veo un gran centro comercial y es entonces cuando dejo de sentir esa libertad que siento siempre que subo a mi moto.

Entro a la primera tienda que veo y así paso toda la tarde. Me acabo comprando algun accesorio como anillos y más piercings para el ombligo y para las orejas. Me he comprado un par de pantalones y tres jerseys de color negro y gris. Un par de gorros, granate y gris. Y por ultimo unos zapatos y unas botas.

Llego a casa y lo guardo todo en el armario. No he merendado así que tengo mucha hambre. Me como un plato de pasta, una tortilla y una manzana. No como carne ni pescado, soy vegetariana.

A las once me voy a dormir porque estoy cansadísima, no he parado en todo el día y no me puedo creer que mañana ya sea domingo. Supongo que iré al gimnasio, no sé porqué pero tengo ganas de ver al idiota tatuado.

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Aquí se acaba el cuarto capítulo, sé que está un poco aburrida pero estoy intentando situaros en la historia y poco a poco ir contando un poco más sobre María. El próximo capítulo habrá más diálogo y discusiones... UAJAJAJAJAJAJJAJA, vale ya paro.

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Un beso,

M.

13/02/2016