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Yoongi mentiría si dijera que este no era un grandísimo día de mierda.

Namjoon golpeó su pierna que reposaba sobre el sofá con todo su cuerpo, interrumpiendo su descanso, haciendo fruncir el ceño del más pálido al instante al notar la claridad del día.

— Hyung... No puede seguir así. -su voz se detuvo al encontrarse con el nudo que taponaba la garganta del moreno. Ver al mayor en ese estado le hacía sentir mal. - Sólo olvídalo.

— Sabes tanto como yo que no es tan fácil como eso... y creo que te repetí que no usaras honoríficos conmigo

— Claro hyung. —respondió Namjoon para enfadar al mayor, pero sucedió lo contrario.

Volvió a encogerse en sí mismo, volviendo su posición original, esperando que Namjoon se apiadara de su maldita alma y le dejara dormir en paz en soledad de una maldita vez, ya que si dormía, el dolor del vínculo roto dolería menos.

El moreno suspiró. Que Yoongi no se enfadara y le gritase, lo que era normal, era lo más preocupante. Pero él sólo dormía e ignoraba al resto del mundo, como si quisiese desconectar y no atender a cualquier suceso exterior a su pequeño mundo reservado a su departamento. Ver a su hyung hacía lagrimear a Namjoon. Debido a su ya no tan reciente ruptura con la única persona que Yoongi había abierto su alma, parece como si hubiera perdido toda su vitalidad y color.

Sus manos en los últimos meses se habían vuelto más huesudas, como su rostro. Sus ojeras estaban más pronunciadas y su habitual piel pálida, parecía blanquear más a través de los días que Yoongi pasaba tumbado sin salir por la puerta de su vivienda.

A Namjoon le pareció cruel la manera en la que la vida le había devuelto sus malas acciones pasadas. Un omega en el cual Yoongi había fijado su interés, cariño y atención, había desaparecido sin dejar rastro, simplemente una mañana había despertado con un lazo roto y a solas.

Durante semanas e incluso meses, Yoongi trató de localizar al omega, pero Jeon Jungkook parecía haber desaparecido de un día al otro.

Todo aquello condujo a Yoongi a culparse de todo. Encerrándose en sí mismo, evitaría que los demás viesen el desastre que contenía en su interior. Pero Namjoon ya estaba cansado. Ansiaba despertarlo de ese mal sueño causado por Jungkook.

— Yoongi, voy a por algo de comer, antes de que vuelva haz el favor de ducharte y recoger un poco esto.

El mencionado gruñó contra el sofá, sin ninguna intención de hacerle caso al que acababa de salir de la puerta con un portazo, provocando un grito de reproche de la vecina de enfrente que ignoró.

Se removió incómodo. Sonaba ridículo y extraño de él, pero se sentía cansado de estar tumbado, ansiando volver a encontrar a alguien que le dejó sin más y que no encontró por mucho que le buscó por meses.

Quizás Namjoon tenía algo de razón. Quizás debía abandonar la tonta idea de que podría conseguir un poco de cariño de un dulce omega o un cálido beta. Quizás debía levantar cabeza y renunciar a toda idea referente al amor.




Quizás un poco corto, pero publicaré el siguiente pronto, quizás en un par de días o incluso mañana. Cualquier fallo que notéis me lo comentáis.

Todos los capítulos a partir de ahora estarán narrados en 3ª persona, los dos primeros sé que fueron desde el punto de Jimin, me gustó iniciar la historia de este modo, pero no seguirá en 1ª persona~

Juno fuera.

Sweetie Pie y.m. [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora