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— Ya Yoongi, deberías salir de aquí. —se quejó Namjoon.

El pálido volvió a no dar señales de vida, tan sólo sus gruñidos y su respiración indicaban lo contrario. El más joven suspiró derrotado de tantos intentos. Decidió dejar tranquilo al mayor y se encaminó fuera de la habitación de Yoongi.

— Tengo hambre —dijo antes de que Namjoon cruzara la puerta. Éste soltó un suspiro y se acercó de nuevo a la cama que ocupaba gran parte de la habitación.

— Hoy no he ido a Omela's, me alegra que vuelvas a tener apetito. —Yoongi soltó un quejido. Realmente deseaba comer esos dulces perfumados a vainilla.— Ven conmigo.

— No quiero. —soltó inmediatamente Yoongi al oír la propuesta de Namjoon.

— Vamos, quiero presentarte a Jin. —Yoongi fingió sonidos de vómito metiendo sus dedos en su boca para demostrarle su fantástica opinión sobre que le presentara a su pareja.

— Ya es suficiente que me hables de él cada vez que tienes la oportunidad. No quiero ir, tráeme la comida, yo esperaré aquí. —Yoongi hundió su cabeza en su almohada tras dar sus comprensibles razones por las que se quedaría en su piso. Namjoon suspiró con enfado, obviamente no dejaría al mayor hacerse con la suya, no esta vez.

— No te traeré nada. Irás tú mismo a por ello, no es muy lejos.

Al escuchar el tono autoritario de su alfa amigo, Yoongi supo que no tenía otra opción. Se vistió rápidamente y se arregló lo que pudo, tapando su enmarañado pelo bajo un gorro de lana.

Una vez fuera del apartamento, se sintió extraño tras tanto tiempo confinado en su pequeña vivienda. A pesar del frío, el sol brillaba entre las nubes y molestaba a sus ojos acostumbrados a la poca luz que entraba por sus ventanas.

Finalmente llegaron a la tienda al final de una calle. Desde fuera reconoció algunos de los dulces que alguna vez comió a través del cristal que separaba el local de la calle.

Vió dentro que tras el escaparate hablaban dos hombres, uno más alto que cuadraba con la definición que Namjoon le daba de SeokJin, y otro más bajo, que le daba la espalda y no alcanzaba a ver su rostro. Antes de que entraran, el más bajo entró en la cocina y SeokJin saludaba desde dentro a los dos alfas.

Namjoon entró, y detrás fue Yoongi, que caminaba despacio. El tenue olor a vainilla que notó en el instante en el que entró dentro del local relajó su mente y se calmó. Mientras Namjoon y SeokJin hablaban, el pálido fijó su atención al mostrador, donde docenas de dulces estaban expuestos.

— Así que eres Yoongi. —el nombrado levantó la cabeza al escuchar su nombre. Había ignorado la conversación que la pareja mantenía hasta que SeokJin desvió su atención a Yoongi. Éste asintió lentamente como respuesta.

— ¿Quién es el que deja los mensajes en las cajas? —preguntó el alfa pálido fijando su vista en la pareja de su amigo. Desde hace unos días que la caja que Namjoon le entregaba a Yoongi venía con un bonito mensaje. La primera vez que lo recibió, Yoongi se sintió confuso, preguntándose porqué un desconocido le dejaba un mensaje de apoyo. La vez siguiente se enfadó con Namjoon, acusándolo de contar sus problemas a todo el mundo, pero se calmó la tercera vez que el moreno se lo explicó.

— Oh. —SeokJin soltó una risa— Es nuestro Jiminnie. Te lo presentaré.

SeokJin entró en la cocina y volvió afuera instantes después con dos acompañantes. En ese momento, Yoongi notó el olor intensificarse.

— Estos son mis dos empleados. Kim Taehyung —el nombrado hizo una "V" con sus dedos— y Park Jimin. Chicos, él es el amigo de Namjoon.

Jimin estaba incomodando a Yoongi. Notaba como le miraba fijamente, con sus mejillas pintadas salpicadas de un tenue color rojo y ojitos brillantes. Como un cachorro, pensó el alfa pálido.

— Chim chim, ¿Que nos recomiendas hoy? —el chico rubio apartó la vista con dificultad de Yoongi hacia Namjoon. Se le adelantó Taehyung, que señaló una tarta de jugosa apariencia.

— ¡Este acaba de salir! Tarta de limón por nuestro Jiminnie. —ahora Yoongi fijó su vista en el omega rubio, esperando sus palabras, que no parecían salir de su boca. Se sentía algo abrumado por todas las miradas que se fijaban en él, en especial la del alfa pálido. Estaba feliz y emocionado por conocerle, pero también nervioso. Namjoon le había hablado varias veces de él, pero ninguna definición le parecía suficiente para describir a Yoongi, a pesar de su vista cansada y pálida, casi enferma, piel.

— Dos porciones por favor. —escuchó por primera vez la voz de Yoongi. Los nervios de Jimin aumentaron considerablemente, pero aún así, metió dos trozos en una de las cajas y la colocó encima del mostrador. Yoongi se acercó y dejó el dinero encima de la mesa, seguidamente tomó la caja.

En ese momento todos sus sentidos se pusieron alerta. Yoongi se alteró, ya que su instinto lobuno no despertaba desde hace mucho. Se preguntaba a qué tenía que reaccionar, qué tenía que temer.

Entonces alzó la vista y volvió a ver a Jimin. El olor a vainilla que tanto le hechizaba volvió, y sospechó que el omega estuviera en celo, pero Namjoon parecía tranquilo y para nada incomodado. Sólo una respuesta venía a su confundida mente.

Jimin era su omega destinado. Y deseó salir corriendo para no volver a verle.


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No me maten plox (◎_◎;)

Notificar de cualquier error, aunque lo revise soy despistada.

El fic está creciendo muchísimo, gracias a tod@s!! Ya más de 1k casi 300 votos, muchas gracias!! Alcanzó el puesto 218 en Historia Corta!!

Gracias por vuestras dulces aportaciones, ahora tengo más ideas de dulces XD. He visto que llamáis a las tartas pies, yo soy española y siempre les he llamado tartas, me gustaría saber vuestra opinión, ¿Pie o tarta?

Esta vez os preguntaré vuestro sabor favorito de helado; fresa, plátano, chicle, bacon (?). Comentarlo justo aquí.

Muchísimas gracias de nuevo, espero que el fic esté siendo de vuestro agrado.

Juno fuera.



Sweetie Pie y.m. [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora