Llegada

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-extrañaba este lugar- dije . Luego de haber llegado a Pandora, un lugar que por cinco dias se celebraba un retiro espiritual. Era mi quinto año seguido asistiendo.

-es muy temprano Said - dije, con una sonrisa en el rostro.

-Hace frío suspiró Said.

Yo era un chico de 18 años, alto, delgado, ojos chocolates oscuros, moreno y de cabello negro, pero me lo había teñido de amarillo en la parte de arriba. Said en cambio tenia, 14 años, alto, Moreno, ojos chocolates claros y de cabello negro con una mecha teñida de amarillo.
En el momento  escuche una voz al fondo que decía:
¡Negro llegaste! Era Jose un viejo amigo del retiro.

-Tiempo sin verte -dije.

-lo mismo digo -dijo Jose con una sonrisa en su rostro - listo para bailar en la noche de talento? -Preguntó Jose.

- Sabes que ya me retire de eso y no creo volver a regresar -exclamé con un rostro ingenuo.

El primer dia del retiro, se utilizaba para organizar el equipaje y dar la bienvenida a todos de una forma divertida.

!pido la Esquina! -Grite , dando a entender que nadie eligiera ese lugar,  ya tenia 2 años quedándome en una pequeña cabaña del lugar.

-Es toda tuya comandante -dijo Said.

-Me alegro que lo entendieras -respondí, con una cara de dominación.

Se acercaba la noche de la bienvenida y todos los chicos se preparaban para asistir a el rancho donde se organizaban las mayorías de las actividades.

-Has visto mi desodorante? -preguntó Said.

-Creo que esta en la mochila azul - respondí.

-Ya revisé y no esta.

-Bueno búscalo en la negra, creo que lo ví en esa, siempre andas de despistado.

-Gracias ya lo encontré -dijo Said con una sonrisa de lado a lado, -a las chicas no le gustan los hombres con mal olor. -dijo después ya un poco más serio.

-Estoy listo, vamos al rancho - le dije con entusiasmo

-¡Espera! No sé qué zapatillas ponerme -dijo Said.

-Las converse te quedan bien. -respondí guiñando el ojo al mismo tiempo.

Nos dirigimos  hacia el rancho, dónde estaba a punto de comenzar el acto de bienvenida, el lugar ya estaba un poco lleno y quedaban pocos lugares donde hacerce.

-¡Rápido! En el centro hay un lugar muy bueno -dijo Said con desesperación

-Ire por el - respondí mientras me dirigía al lugar señalado.

tome el puesto, coloque la colcha y llamé a Said para que viniera a sentarse.

Cinco Dias Cada AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora