Capitulo 5. Miradas furtivas

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Despertó  desorientada dos días después. A través del ventanal de su cuarto se filtraba la luz del sol, dejando ver  las motas de polvo en suspensión. Por su mente se sucedía un sinfín de imágenes borrosas donde aparecían Sofía, Marco, hojas secas, remolinos de viento. Miro a su alrededor intentando recordar cómo había llegado hasta ahí. El recuerdo más nítido que tenía era el de un intenso dolor en el pecho. Del esfuerzo que había hecho casi le estallo el corazón.

Se sentó en la cama tocando el frio suelo con los pies. Al levantar la vista vio a la niña sentada en un pequeño sillón frente al tocador. La miraba con admiración con una amplia sonrisa en su cara. Esos dos días los había pasado junto a su cama, cuidando de ella. Esperando que despertara. Salto de su asiento y corrió a abrazarla. Estuvieron abrazadas durante un par de minutos.

— ¿A qué viene esta efusividad?—pregunto la joven apartándola con delicadeza.

— ¿No es obvio? me has curado. Es mi forma de agradecértelo, eso y el desayuno que te he preparado, aunque ya estará frio. El abuelo me dijo que te dejara descansar, pero quería estar aquí cuando despertaras. No te he molestado ¿verdad?

—Claro que no.  Entonces ¿estamos solas en la casa? ¿Dónde está tu abuelo?

—El abuelo tuvo que ir a la librería. Podríamos ir más tarde y almorzar con él en el pueblo. Y no estamos solas, abajo esta la señora que limpia la casa—. Sofía la puso al tanto de los acontecimientos que habían tenido lugar después de su desvanecimiento.

Marco la cogió en brazos y la llevo hasta su cama. Habían estado muy preocupados por ella. Según el viejo no era normal que los ángeles se desmayaran después de utilizar sus dones, aunque hubieran usado toda su energía en el proceso. Se quedaban desorientados y débiles, pero nunca había oído ningún caso de desmayo, ni si quiera en principiantes. Para empeorar las cosas ella no despertaba lo que lo preocupaba  aún más. Cuando marco vio que no había mejoras estuvo a punto de llamar a un médico, pero desistió al no saber cómo explicarle el motivo de su estado. Le había dicho a la niña que en caso de que no despertara pronto llamaría a un arcángel. No quería irse de la casa, pero tuvo que acudir a la librería por una llamada un tanto desesperada de su empleado.

Después de tomar el desayuno que había preparado la pequeña, no quería herir sus sentimientos, se vistió y se dirigieron al pueblo. Caminando por la calle principal, Sofía iba haciéndole un pequeño resumen de los habitantes que se encontraban por el camino hasta  llegar a la tienda. Al entrar vieron a un chico joven tras el mostrador atendiendo a una mujer.

—Hola Samuel—, saludo la niña— ¿Dónde está el abuelo?

—En el almacén, revisando unos pedidos que llegaron cuando estabais fuera.

Alina observaba al muchacho con interés. Era alto y de piel muy oscura. Tenía un espeso cabello negro y rizado. Sus ojos eran marrones, unas tonalidades más claras que su piel. Sus labios eran carnosos, al sonreír dejaba ver una hilera de relucientes dientes blancos. Lo que desconcertaba a la joven es que a pesar de estar segura de que nunca había visto a aquel chico, algo en él le resultaba familiar.

La pequeña se percató de como la nefilim miraba perpleja al guapo dependiente. Antes de que ninguno dijera nada, los presento formalmente.

—Samuel te presento a Alina. Se ha mudado a vivir con nosotros. ¿A que es genial?

—Sí, el jefe ya me hablo de la nueva inquilina de la mansión. Es un placer conocerte Alina, ¿te quedaras mucho tiempo entre nosotros?—. Pregunto el chico.

—Todavía no sé cuánto tiempo me quedare. Todo depende de cómo vayan las cosas por aquí—. Y era cierto, no tenía ningún dato sobre lo que debía hacer ni por cuanto tiempo. Los antiguos como algunos llamaban a los arcángeles, no se habían puesto en contacto con ella para informarle sobre la dirección que tendría que seguir. Ni siquiera la habían contactado cuando intervino en la curación de Sofía. Esto era lo que más le perturbaba, a ellos no les gustaba que se saltaran sus normas.

Historia de un nefilimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora