Capitulo 11.

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En el infierno siempre sabes qué ponerte pero no tienes a dónde ir.

Capitulo 11:

Me subí a mi auto y encendí la radio, estaba sonando "Dear John" de Taylor Swift. En ese momento todos los malos recuerdos volvieron a mi, cuando él me engaño, lo mucho que sufrí, pero ahora ya lo logré superar, empecé a conducir sin rumbo alguno hasta llegar a el lugar menos indicado para mis penas. Llegué a una delas carreteras en las que practicaba un "deporte" ilegal.

Eran carreras de autos en donde apostaban al mejor corredor. 

Inicia FlashBack.

—Amy, solo nos faltan dos vueltas y seremos las reinas del Drifting. ¿Estas lista?

— ¿De que hablas? ¡Yo nací lista! —Dijo colocándose su casco.

—Entonces comencemos. —Pisé el acelerador mientras Amy hacía lo mismo en el otro carril. 

Por el lado de Amy estaba Scott, nuestro rival, Scott envistió el auto de Amy haciéndola chocar, el auto de Amy dio varios giros, yo sólo pude observar como mi compañera de aventura daba vueltas, el auto se detuvo, salí corriendo en busca de Amy, la saqué del auto, su rostro estaba golpeado y con mucha sangre, pero aún respiraba, pedía a gritos una ambulancia mientras que los otros corredores se alejaban de la escena ya que podrían llegar policías, la ambulancia llegó, la metieron y le pusieron oxigeno. Cuando llegamos al hospital la entraron a una cabina con varios aparatos y me pidieron que saliera ya que tenían que asistir la cirugía.

— ¿Parientes de Amy Carter?

— ¡Aqui! ¿Se... se encuentra bien?

—Temo decirle que la situación de Amy es lamentable, ella sufrió varias lesiones lumbares y... no volverá a caminar.

Mi mundo entero se derrumbo, esto tenía que ser una broma, esto no podía estar pasando, ¿porque a ella y no a mi? Era joven, bella, ella era como mi alma gemela, a ambas nos gustaba lo mismo pero nunca pensé que este sería el resultado.

— ¿Puedo verla? —Dije con lágrimas en mis ojos.

—Por supuesto, aún duerme, tal vez su presencia la haga despertar.

Cuando entré a la habitación tenía su rostro lleno de moretones y un brazo enyesado. 

— ¿A... Amy eres... eres tu? —Pude apenas pronunciar, el dolor me invadió, aún no podía creer que esto estaba pasando.

— ¿_______? —Dijo apenas abriendo sus ojos.

—Dime cómo te sientes... ¿estás bien?

—No, no siento mis piernas. Dime, ¿que pasó? —Dijo tocándose su rostro.

—El maldito de Scott hizo que te chocaras, el auto dio muchos giros y fuiste gravemente golpeada, perdóname, te lo suplico.

—No, no tengo nada que perdonarte, ¿pero que pasa con mis piernas? ¿Por qué no las siento?

—Amy... siento tener que ser yo la que te diga esto pero... no volverás a caminar.

Ella esbozó una sonrisa y dijo:

—Lo sabía, sabía que en algún momento esto ocurriría, ¿mis padres donde están?

Cuando iba a responder fui interrumpida por los gritos de sus padres que ya habían llegado.

— ¡AMY! No, por favor, dime que estas bien. —Se acerco a su hija y le acarició su cabello.

—_______, ¿te molesta dejarnos un minuto a solas? Ya te haré pasar. —Dijo Amy, le costaba un poco hablar. Asentí con la cabeza y salí del cuarto. Me senté en el piso del pasillo mientras me agarraba la cabeza, estaba atónita, siempre pensé que la de esa suerte iba a ser yo, pero los papeles dieron un giro inesperado. Después de unos minutos su madre me hizo entrar.

—______, ¿puedes pasar, por favor?, Amy te quiere decir algo a solas. —Dijo su madre. Asentí y entre al cuarto.

—Cariño, acércate, quiero decirte algo. —Dijo Amy mientras me extendía su mano para que la tomara.

—Yo soy la responsable de esto, sabía que esto me ocurriría en algún momento, mis padres y yo nos mudaremos a Inglaterra, el doctor nos recomendó un lugar muy bueno, en el que tal vez volver a caminar ya no sea un ilusión, voy a tomar unas terapias y puede que resulté. —Dijo con esa sonrisa cómplice que me solía lanzar cada vez que hacíamos travesuras.

—Te deseo lo mejor, nunca me olvides, te lo suplico... —Dije llorando sin control.

—En cuanto a ti, prométeme algo. Dime que no le cobrarás venganza a Scott por esto. —Dijo y me detuvo una lágrima.

—Te lo prometo.

—Y también prométeme que no volverás a poner un pie en una de esas pistas, te pido que no lo hagas, hazlo por mí, por nuestra amistad y por último a mi memoria, tal vez no nos volvamos a ver, pero recuerda esta promesa más que nada. Te lo pido. No quiero que te suceda lo mismo. Mírate. ¡Tienes una vida por delante!

—No te preocupes, no lo haré. Ahora descansa, que has pasado bastante por hoy.

Fin Flasback.

Las lágrimas me invadieron, tan sólo recordar cómo ocurrió todo me hacía desmoronar, mis padres se enteraron de esto, Liam y los chicos también, pero trataban de no comentarlo ya que sabían que me dolía mucho, ellos me dieron su apoyo incondicional. La quería más que a nada y verla partir se me hizo muy difícil, tanto que sentía que ella se llevaba algo de mí. La conocí en una fiesta a la que me llevo Harry, cuando ella le estaba dando una paliza a una rubia, desde ese preciso momento me cayó bien. Hace un mes se cumplían dos años de lo sucedido, tenía 16 cuando la vi marcharse de mi vida, ahora tengo 18 y he cumplido mi promesa ya que su recuerdo es lo único que me dejo.

The Game.(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora