The Game.(Terminada)

Capitulo 26.

La vida es cuesta arriba, pero la vista es genial.

Capitulo 26:

La casa estaba vacía y muy sucia, cambié mi ropa y empecé a organizarla, era lo mejor para no pensar. Estantes, sillones, mesas, pisos, todo quedo absolutamente limpio, hasta yo me impresioné del trabajo que había hecho, me preparé algo para comer y me senté a ver televisión, mi celular empezó a tocar la melodía que alertaba una llamada entrante.

— ¿Hola? —Dije con un hilo de voz.

— ¿Ahora lo ves? —Respondieron al otro lado de la línea, no reconocía la voz.

— ¿Quién habla? —Escuché un risita y supe de quien se trataba.

—Zayn te engañó, conmigo, y como te lo dije, te acabé.

—No ganas nada con eso Savannah, si tanto quieres a Zayn, te dejo el camino libre, haz con el lo que quieras, ya no soy un obstáculo en su relación.

—No sabes como me besaba y repetía mi nombre... —Colgué el teléfono, la sangre me hervía, las lágrimas comenzaban a salir de la nada, subí a mi habitación, me vestí,  alboroté mi cabello, tome las llaves de mi auto y me dirigí al lugar donde mis penas desaparecerían. Conduje por 15 minutos llegando a la carretera que había sido testigo de mi pasado. Vi a Max sentado leyendo un periódico, él era el encargado de las apuestas. Me acerqué a él.

—Disculpe señor, ¿me podría dar las llaves del auto 25?

—No, ese auto está ocupado. —Dijo sin mirar a la persona que tenía en frente.

— ¿Perdón? ¿Mi auto está ocupado? —El bajo el periódico y sus ojos se abrieron como platos.

— ¿_____? ¿Qué haces aquí?, pensé que nunca volverías a pisar este lugar. —Dijo dándome un abrazo.

—Lo sé, yo tampoco lo creía, pero eme aquí... —No estaba muy segura de hacer esto, pero sabía que era lo único que me podía tranquilizar, llevarme a otro mundo, sentir la adrenalina.

— ¿Vienes a correr? —Preguntó incrédulo.

—Si. —Dije con plena seguridad.

— ¿Y... Amy?

—Creo que ella lo entenderá... ¿Dónde está mi auto? —Dije mirando a todos lados.

—Está esperando por ti... Te anunciaré por los altavoces. —Asentí, solo rogaba que no dijera algo tan exagerado.

"Damas y caballeros, presten atención, los novatos no la conocen, pero los profesionales, saben a quien me refiero, ella, la reina de la carretera, vuelve con nosotros, ¡denle un aplauso a ____ Levine!"

Mis mejillas se tornaron rojas, en verdad, había exagerado al anunciar mi retorno a las carreteras, varios rostros conocidos me aplaudían, y gritaban mi nombre, Max trajo mi auto, el que corría junto a Amy, lo monté y antes de encenderlo, ya sentía la adrenalina correr por mis venas.

— ¿Quién es el primero? —Pregunté, varios corredores ya estaban encendiendo sus motores.

—Correrás con todos ellos y si lo logras, te ganaras $5000 grandes. —Las apuestas estaban intactas, los valores de los apostadores estaban como los recordaba, muy por los cielos.

—Está bien, que empiece. —Me acomode en la línea de salida, hice gruñir el motor del auto, y pisé el acelerador, era la primera, pero el auto de unos de mis rivales me rebasó, era bueno, lo admito. Deje que tomara confianza, convencerlo de que ganaría, cayó en mi trampa, redujo su velocidad, cuando lo tenía bastante cerca, pisé de nuevo el acelerador y yo quede en la punta dirigiendo a los autos rivales. Traspasé la línea de la meta, y la emoción recorría cada parte de mi cuerpo, no lo hacía por el dinero, lo hacía por volver a correr, volver a sentir el viento haciendo despeinar mi cabello, la adrenalina en las curvas, pero lo mejor, sentir las ovaciones de las personas y los aplausos, eran algo descomunal, las sonrisas que me ganaba por darles dinero de más, esas simples cosas hacían que me olvidara del mundo.